Somyot, de 54 años, se encuentra actualmente en la prisión de Bangkok, donde cumple 10 años de pena tras haber sido condenado por cargos de lesa majestad en virtud del artículo 112 del Código Penal de Tailandia. El artículo 112 establece que «cualquiera que difame, insulte o amenace al Rey, la Reina, el Heredero al trono o el Regente será castigado con prisión de tres a 15 años.»
Varios organismos de vigilancia de los derechos humanos de la ONU han expresado su preocupación por la privación de libertad de Somyot. En un dictamen emitido el 30 de agosto de 2012, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas (WGAD por sus siglas en inglés) afirmó que la detención del Somyot fue arbitraria. El WGAD pidió a las autoridades tailandesas la puesta en libertad de Somyot y que le sea concedida una indemnización.
Activista por los derechos laborales y editor de una revista, Somyot fue detenido el 30 de abril de 2011 cinco días después de que lanzase una campaña online para reunir las 10.000 firmas necesarias con las que solicitar una revisión parlamentaria del artículo 112. El 23 de enero de 2013, la Corte Penal de Bangkok le condenó a 10 años de prisión por dos cargos de lesa majestad. Somyot fue condenado por permitir la publicación de dos artículos satíricos en la ahora extinta revista Voice of Taksin, de la que era el editor. Los artículos fueron escritos por otra persona y considerados un insulto al rey Bhumibol Adulyadej por las autoridades tailandesas.
El 19 de septiembre de 2014, el Tribunal de Apelación confirmó la condena de lesa majestad a Somyot dictada por la Corte Penal de Bangkok. El Tribunal de Apelación no notificó a Somyot, ni a su abogado, ni a los miembros de su familia que la audiencia se llevaría a cabo ese día. El 19 de noviembre de 2014, Somyot presentó un recurso ante el Tribunal Supremo contra su condena.
La condena a Somyot y su detención no cumplen con las obligaciones legales internacionales de Tailandia. El artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR por sus siglas en inglés), del que Tailandia es Estado Parte, establece que toda persona tiene derecho a la libertad de expresión. Este derecho incluye la «libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole».
El Comité de Derechos Humanos (HRC por sus siglas en inglés), el organismo de Naciones Unidas que supervisa el cumplimiento de las disposiciones del Pacto por parte de los Estados que lo han ratificado, en su Observación General sobre el artículo 19, ha afirmado que «todas las figuras públicas, incluso las que ejercen los cargos políticos de mayor importancia, como los Jefes de Estado o de Gobierno, pueden ser objeto legítimo de críticas y oposición política.» El HRC expresó específicamente su preocupación con respecto a las leyes de lesa majestad y afirmó que «el encarcelamiento nunca es una sanción adecuada» por difamación.
El 23 de septiembre de 2014, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas (OHCHR por sus siglas en inglés) expresó su decepción por el fallo del Tribunal de Apelación que confirmó la condena de Somyot. El 11 de agosto de 2015, el OHCHR instó a Tailandia a modificar la «vaga y amplia» ley de lesa majestad para que esté en consonancia con las normas internacionales de derechos humanos. La OHCHR también pidió la liberación inmediata de todas las personas encarceladas por el ejercicio de su derecho a la libertad de expresión.
También condenamos los defectos y retrasos en los procesos judiciales contra Somyot y las reiteradas negativas de los tribunales para concederle la libertad bajo fianza. Somyot ha solicitado sin éxito la libertad bajo fianza 16 veces, la última vez en noviembre de 2014.
Somyot es uno de los pocos acusados de lesa majestad que ha recurrido su condena hasta el Tribunal Supremo. Somyot ha mantenido su inocencia y se ha negado a declararse culpable. En consideración a la altísima tasa de condenas en los juicios de lesa majestad de Tailandia, la mayoría de los acusados se declaran culpables a fin de obtener una reducción significativa de su pena de prisión y ser elegibles para solicitar el perdón de palacio.
Instamos al gobierno tailandés a poner fin a la persecución hacia Somyot y a que le otorgue la libertad inmediatamente para que pueda regresar con su mujer y familia. Además, hacemos un llamamiento al gobierno de Tailandia para que proporcione a Somyot una compensación adecuada y un recurso efectivo por la privación arbitraria de su libertad.
Firmado por:
1.tAmnesty International2.tArticle 193.tASEAN Parliamentarians for Human Rights4.tAsian Forum for Human Rights and Development (FORUM-ASIA)5.tCivil Rights Defenders6.tClean Clothes Campaign / Campaña Ropa Limpia7.tCommittee to Protect Journalists8.tFIDH – International Federation for Human Rights9.tFortify Rights10.tFront Line Defenders11.tHuman Rights Watch12.tInternational Commission of Jurists13.tLawyers’ Rights Watch Canada14.tPEN International15.tReporters Sans Frontières / Reporters Without Borders16.tWorld Organization Against Torture (OMCT)