FAQ

¿Por qué la Campaña Ropa Limpia se centra en ropa y calzado?

La industria mundial de la confección, como sucede en otros sectores como el de la electrónica o el de los juguetes, se basa en la explotación: salarios de miseria, lugares de trabajo inseguros, cadenas de suministro opacas, residuos y contaminación, violación de los derechos laborales, discriminación de género, explotación de inmigrantes o represión sindical son algunos de los principales problemas de la industria.

Las prendas de ropa y el calzado son productos que, en mayor o menor medida, todas las personas consumimos. Con este tipo de conexión tan claro, es más fácil llamar la atención sobre los derechos laborales de quienes producen estos artículos. Además, el sector de la confección fue pionero en la deslocalización de la producción y es el sector industrial que presenta salarios más bajos.

¿Por qué la CRL se centra en la confección?
El campo de trabajo de la CRL está concentrado en la confección, es decir, la parte del proceso que empieza con el corte del material y que finaliza con las ventas comerciales en una tienda. Esto no significa que no haya ningún problema en las condiciones de trabajo de otras fases previas (por ejemplo: cultivo de algodón, fabricación del hilo y tejido), pero la parte de la que las grandes firmas podrían responsabilizarse con facilidad es esta última.

La fase del proceso de producción relacionada con la confección de la ropa representa menos problemas medio ambientales que otras fases del proceso de producción tales como la producción de los tejidos y la agricultura. Por esta razón, organizaciones y redes ecologistas se están dedicando con más energía a este sector.

Otras organizaciones se están dedicando a las condiciones de trabajo y los efectos negativos del cultivo del algodón y de la fabricación de otras fibras.

En cualquier caso, es importante para todas estas organizaciones trabajar juntas o de forma coordinada.

¿Dónde trabaja la Campaña Ropa Limpia?

La Campaña Ropa Limpia está presente en 17 países de Europa y trabaja muy de cerca con organizaciones de los países donde se fabrica la ropa y calzado. Compartimos información con más de 250 organizaciones de todo el mundo y articulamos el procedimiento de las Acciones Urgentes para que las organizaciones de trabajadores y trabajadoras puedan canalizar sus denuncia

¿Dónde comprar "ropa limpia"? ¿Hay marcas de "ropa limpia"?
La Campaña Ropa Limpia (CRL) tomó la opción hace ya muchos años de no apostar por ninguna marca de ropa, puesto que no se cuentan con los medios para garantizar el respeto a los derechos laborales a lo largo del proceso de producción de ninguna empresa y nuestro papel no es controlar y verificar el cumplimiento de los estándares laborales en las cadenas de suministro globales. Por mucho que las grandes firmas se empeñen en contar lo efectivas que son sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), se constata, año tras año, e investigación tras investigación, que la situación de las trabajadoras de la confección sigue siendo extremadamente precaria, y que, a nivel global, el trabajo asalariado cada vez es más vulnerable a los abusos de las empresas transnacionales.

Por otro lado, el consumo totalmente alternativo al sistema comercial convencional (posible en el caso de la comida) es prácticamente imposible en el caso de la ropa. Por ello, tampoco se dispone de listados de tiendas que puedan satisfacer todas las «necesidades» de las personas consumidoras, ni tampoco existe una «etiqueta» con plenas garantías de respeto de los derechos laborales.

Por estas razones, lo que la Campaña Ropa Limpia puede ofrecer son algunos criterios para guiar el consumo responsable y recomendar una serie de documentos e iniciativas para ampliar la información:- «Moda: industria y derechos laborales. Guía para un consumo crítico de ropa», documento que contiene criterios para un consumo más responsable.

-«¿Qué deberían hacer las empresas?», link donde se señalan los pasos que deberían dar las empresas que tienen genuina preocupación por las condiciones de trabajo de las personas que confeccionan su ropa

– «Los códigos de conducta laborales: una aproximación integral», informe para saber más acerca de las recomendaciones de la CRL hacia las empresas.

¿No sería muy cara la "ropa limpia"?
No. Las empresas transnacionales argumentan que para ser competitivas necesitan encontrar mano de obra dispuesta a trabajar más por menos salario.

Esto es completamente falso. Si calculamos el porcentaje que los salarios totales suponen en el coste total de un artículo de ropa, nunca supera el 5%. Esto significa que en un caso extremo, si los salarios se fueran a doblar y su coste se traspasara íntegro a las personas consumidoras, unos pantalones vaqueros que ahora cuestan 42€, costarían unos 43€.

¿LA ROPA VINTAGE Y DE SEGUNDA MANO ES LA SOLUCIÓN?

También puedes comprar cosas a tiendas de segunda mano, pedir prestado, intercambiar y encontrar maneras de comprar menos ropa nueva. La Campaña Ropa Limpia apoya estas acciones puesto que es una manera de retrasar la siempre creciente velocidad con que consumimos ropa nueva. Este enfoque también presta atención a los problemas medioambientales del derroche de ropa.

De todas maneras no proponemos esto como solución a los problemas de la industria. Nuestro trabajo es promover los puestos de trabajo que permiten vivir a mucha gente, pero presionando para que estén muy pagados y sean seguros. Comprar menos ropa de primera mano podría frenar la producción, reducir la presión a los puestos de trabajo y ayudar a mejorar las condiciones. Pero también podría provocar la pérdida de trabajo a trabajadoras que dependen de la industria de la moda para sobrevivir y no mejoraría en absoluto la presión a los puestos de trabajo. No tenemos ninguna manera de mesurar estos efectos.

También es importante mencionar el gran problema del material de desecho creado por el negocio de la ropa de segunda mano. A menudo se da el caso que la ropa de segunda mano, cuando no es vendida, se lleva hasta mercados emergentes en países en vías de desarrollo y se malogra así la industria de la moda local. Cuando apoyes a la venta de segunda mano, es importante hacer preguntas sobre su material de desecho y asegurarse que no está teniendo este efecto .

Nos damos cuenta que esta no es una respuesta demasiada clara, pero es la única que podemos dar ahora mismo. El punto principal es que es importante ser conscientes de los posibles efectos de nuestras acciones, tanto cuando compramos ropa vintage o de segunda mano, como cuando compramos de primera mano. Claramente la solución a largo plazo de todos estos problemas es la introducción de cambios en el proceso de producción que garanticen el respecto a los derechos de las trabajadoras.

¿Por qué son determinadas empresas el blanco de vuestras actividades?

Escogemos marcas conocidas e importantes como el foco de nuestra campaña porque son actores estratégicos en la industria textil. La envergadura de estas empresas hace que tengan una gran capacidad para imponer sus condiciones en la negociación con sus proveedores. Si pueden imponer condiciones abusivas que provoquen situaciones de explotación también deben poder imponer el cumplimiento de los derechos laborales básicos en toda la cadena de producción.

¿No debería ser responsabilidad de los gobiernos asegurar que se cumplen unas condiciones de trabajo decentes?
Sí, es tarea de los gobierno procurar un marco regulador para las relaciones laborales que contemplen los estándares de trabajo básicos. La legislación suele existir, y muchos países productores de ropa tienen buena legislación al respecto, el problema es que no se cumple de forma adecuada. La principal razón es que muchos países en donde se confecciona la ropa y material deportivo están muy endeudados y se ven obligados a cumplir con unas políticas que hagan atractivo su territorio para la inversión extranjera. Las industrias de la confección y de similar tipología (zapatos, juguetes, electrónica) son a menudo el primer paso hacia la industrialización de un país y, a menudo, están relacionadas con estas políticas de reestructuración impuestas desde los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial) y por las empresas transnacionales de los países ricos.

Los incentivos para los inversores extranjeros incluyen salarios bajos además de la suspensión de ciertas regulaciones laborales y medio ambientales. Si un gobierno intenta ejecutar de forma estricta estas regulaciones, pueden lograr que muchos inversores hagan sus maletas rápidamente para ir hacia otro país que sea todavía menos estricto y que sea más complaciente. Como consecuencia, todos estos países compiten unos contra otros basándose en el atractivo de sus malas condiciones de trabajo.

La globalización ha generado un contexto en el que la actuación empresarial es transnacional y las luchas obreras siguen articuladas a nivel de centro de trabajo, de región o en el ámbito estatal. Para enfrentarse a problemas globales debemos construir respuestas globales.

Pese a todo, los gobiernos tienen cierto margen de actuación y también deben ser presionados para que se responsabilicen de las condiciones de trabajo de sus ciudadanos y ciudadanas.

¿Por qué tenéis un código?
Vemos nuestro código como una herramienta estratégica para que las empresas cumplan con los estándares laborales internacionales que se encuentran enumerados en éste. El código es una forma clara de comunicar estos estándares laborales mínimos que la campaña exige.

A pesar de que el código de conducta es un documento que las empresas adoptan de forma voluntaria entendemos que es un mecanismo necesario mientras no existan unos estándares internacionales obligatorios y un organismo de control y sanción de su incumplimiento.

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