Comunicado de la Campaña de Ropa Limpia, Red de Solidaridad Maquila, Foro Internacional de Derechos Laborales y Consorcio de Derechos de los Trabajadores.
Según los últimos artículos aparecidos en los medios de comunicación, la policía de Bangladesh ha presentado una denuncia penal contra diez personas después de la explosión del 3 de julio en la fábrica de ropa Multifabs Ltd. La demanda acusa a los individuos de negligencia de deber, lesión y asesinato. Las únicas tres personas nombradas en la denuncia murieron en la explosión. Todavía no se ha completado una investigación sobre las causas de la explosión.
La presentación de cargos penales contra los trabajadores muertos por la explosión de la caldera en Multifabs parece ser un abuso de poder por parte de la policía, que -en el marco de la Ley de Trabajo de Bangladesh- desvía la atención de la responsabilidad del propietario de la fábrica. La Oficina del Inspector Jefe de Calderas ha multado ya al propietario de la fábrica con 20.000 BDT por operar una caldera sin autorización, y que también estaba vencida. Esta causa penal contra los trabajadores, excluyendo al empleador, es un intento alarmante de culpar a las víctimas. Además, en el espacio de un solo día, la policía no puede haber completado una investigación seria.
Más aún, aunque no concluyentes, llegan noticias de que la caldera en sí era defectuosa [https://www.dawn.com/news/1343286].
Del mismo modo es extremadamente inusual presentar un caso contra personas fallecidas, negándoles la oportunidad de legítima defensa e inevitablemente obstaculizando los pasos legalmente establecidos para la realización de una investigación. Estos cargos, que utilizan a las víctimas como chivo expiatorio de este desastre, tienen tres impactos negativos: impiden una investigación genuina, probablemente desembocará en un juicio injusto, y añade miseria y dolor a las familias de las víctimas. También desvía la atención de lo que debería ser el foco principal de la investigación posterior al desastre: el desempeño regulador del gobierno, las prácticas de seguridad de los dueños y gerentes de las fábricas y la pregunta de cuántas otras fábricas en Bangladesh están en riesgo de una catástrofe semejante.
En lugar de culpar a las víctimas de este desastre, las autoridades deben centrarse en llevar a cabo una investigación independiente, transparente y exhaustiva de las verdaderas causas de la explosión. Una prioridad igualmente urgente es la de indemnizar a las familias de los fallecidos y garantizar atención médica e indemnización de los heridos.
Tras los desastres de Tazreen y Rana Plaza, el Gobierno de Bangladesh se comprometió a aplicar un plan nacional de indemnización siguiendo las normas de la Organización Internacional del Trabajo y sirviéndose de la experiencia del Acuerdo de Indemnización establecido tras la tragedia de Rana Plaza. El gobierno está dando largas en la puesta en práctica de dicho plan, lo que únicamente incrementa el sufrimiento de las víctimas, así como las de otros accidentes mortales recientes como el incendio Pakiza de junio de 2017.
Las autoridades, los empleadores y las marcas de ropa que se abastecían en la fábrica Multifabs Ltd. tienen la responsabilidad compartida de garantizar que todas las familias y trabajadores/as heridos por la explosión reciben una indemnización completa y justa. El desastre también demuestra la necesidad de que la seguridad de las calderas sea cubierta por el “Acuerdo sobre Incendios y Seguridad de Edificios”, que inspecciona y supervisa los trabajos de renovación de casi 1600 fábricas en Bangladesh, incluyendo Multifabs Ltd.