Tras un intenso periodo de despidos, huelgas y manifestaciones, el movimiento sindical del textil en Camboya ha logrado ganar una pequeña batalla contra las multinacionales textiles en su país. Athit Kong, vicepresidente del sindicato Unión Democrática de los trabajadores camboyanos del textil (CCAWDU) con tan sólo 26 años, testigo y protagonista de la vulneración de derechos laborales en Camboya, estuvo en España denunciando las injusticias que se sufren en las fábricas camboyanas y mostrando el enorme esfuerzo que realiza el movimiento sindical en su país. En el caso River Rich, con éxito.
Athit empezó a los 18 años a trabajar en la lavandería de Tack Fat, que producía para GAP: seis días a la semana, a menudo 12 horas al día, por 43 dólares. No tenía ni idea de su situación hasta que empezó a hacerse preguntas, a raíz del despido de un compañero amigo, sin motivo alguno. Su sentido de justicia y su intuición acerca de la solidaridad y la acción entre las personas trabajadoras para modificar la situación le hizo llegar al sindicato, donde comenzó a escuchar acerca de sus derechos laborales. Intento crear junto con otros compañeros un sindicato en la empresa a pesar de las dificultades, porque todos temían perder su empleo, hasta que la dirección le paró los pies despidiéndolo en 2001.
A pesar de esa experiencia decidió seguir adelante con el movimiento sindical, que le ayudado a conocerse a si mismo y a otros luchadores como él, con capacidad y convicción para luchar por las personas trabajadoras camboyanos. Dice que “el sindicato en sí no existe, por supuesto: son las gentes, las personas que lo hacen. Personas que deciden unir sus fuerzas, hacer oir su voz, y seguir juntos en las épocas buenas, pero sobre todo en las malas. Se trata de seguir adelante, de resistir cuando todo te viene en contra, y eso no lo puede hacer uno solo… El sindicato se convierte así en la fuerza de las personas unidas”.
Oigan también una entrevista en vivo en www.labourstart.org/doc
Tras años de sangrienta dictadura de Pol Pot, en 1993 se celebraron las primeras elecciones democráticas en Camboya. La democracia supuso la liberalización del mercado, que atrajo a las grandes multinacionales extranjeras, sobre todo el sector textil, y éstas camparon a sus anchas en un país todavía no recuperado y contribuyendo a fomentar una mano de obra, sobre todo femenina emigrada del campo, presa fácil para la explotación laboral.
En este contexto, el caso de River Rich ha demostrado el reconocimiento de los sindicatos camboyanos para representar a la población trabajadora y luchar en contra de las injusticias y ha supuesto un referente en materia de derechos laborales para que otras empresas no sigan abusando de sus trabajadores y trabajadoras. River Rich es una empresa camboyana de propiedad china, con dos grandes fábricas de unos 10.000 trabajadores y trabajadoras cada una en Pnom Phen que fabrica unos 9 millones de piezas al año para Inditex.
Aun siendo una gran empresa emblemática, River Rich conoció más de medio año de conflicto que transcendió a todo el tejido industrial de Camboya. Empezó con el despido de 117 personas trabajadoras a finales del año pasado, 30 de las cuales eran dirigentes del recién constituido sindicato en la fábrica. La base del conflicto era la represión sindical: desde que CCAWDU logró crear un sindicato para negociar los abusos de contratos y de permisos por enfermedad en la empresa, empezaron los despidos y los intentos de compra de los dirigentes. Los trabajadores decidieron mantenerse firmes para obligar a la empresa a negociar pero al no haber resultados, en enero decidieron ir a la huelga con 1700 trabajadores y trabajadoras.
Al principio, la empresa cedió y se llegó a un acuerdo. Sin embargo, visto que tres meses después de la firma del acuerdo éste no se cumplía y las intimidaciones de todo tipo continuaban, se convocó otra huelga y se inició una campaña internacional, con presión explícita de tanto la federación sindical internacional del textil. Fue sólo entonces cuando las empresas H&M e Inditex presionaron para resolver el conflicto que por fin se resolvió el junio con readmisión de las personas despedidas y reconocimiento de los derechos sindicales.
El trabajo de los sindicatos camboyanos, con el apoyo de las campañas internacionales que se han promovido para dar a conocer el caso en el panorama internacional, ha sido crucial para lograr que el conflicto se resolviera con éxito. CCAWDU se ha convertido en la esperanza de las personas trabajadoras del textil en Camboya.
Sin embargo, aún queda mucho camino por andar en Camboya para que los derechos más elementales de las personas trabajadoras se cumplan. De hecho, después de resolverse el conflicto, los dirigentes sindicales de CCAWDU han recibido amenazas de muerte y otras centrales sindicales siguen sufriendo dura represión. Y es que la violación del derecho a sindicalizarse, sufrido en la empresa River Rinch, es una constante entre las personas trabajadoras en Camboya. En los últimos años, Hy Vuthy, presidente del sindicato de la fábrica Suntex en Pnom Phen fue asesinado en plena calle cuando volvía a casa de trabajar y Chea Vichea, presidente del FTUWKC, otra central sindical camboyana, estaba amenazado de muerte y fue asesinado en 2004. Nunca hubo una investigación seria. En 2005, Chea Mony, el hermano de Chea Vichea y actual presidente de FTUWKC, fue arrestado sin motivo aparente y unas incriminaciones de índole político le mantuvieron una época en exilio.
Cartas reivindicativas y de protesta ante las instancias camboyanas se pueden enviar desde la página web del secretariado internacional: www.cleanclothes.org
Mujeres trabajadoras en Camboya
Noticias más alentadoras para seguir promoviendo la mejora de las condiciones de los más de 300.000 trabajadores camboyanos que trabajan en la confección, de los cuales más del 90% son mujeres:Bajo auspicios de la OIT y el Banco mundial se ha publicado un informe en Diciembre del 2006 sobre el necesario enfoque de género para mejorar las condiciones laborales en Camboya. La versión en inglés del informe, con sus recomendaciones específicas, está disponible en www.betterfactories.org/content/documents/1