A cualquiera que le ronde en la cabeza comprar un bolso de cuero o un par de guantes de las marcas Prada, Mullberry, Louis Vuitton, Aspinals of London o Samsonite se le podría perdonar el asumir que pagando precios tan altos se contribuye a evitar la explotación y el abuso de los y las trabajadoras tan extendido en la industria de ropa.
Imágenes de la web oficial de Luis Vuitton y de Prada
Sin embargo, tal y como los trabajadores y las trabajadoras de la fábrica DESA en Turquía podrían explicarnos, la realidad es muy distinta. Largas jornadas de trabajo, salarios miserables, pésimas condiciones de trabajo son la norma en DESA. En los últimos seis meses la dirección de la fábrica ha llevado a cabo una campaña de acoso e intimidación contra el sindicato que formaron los trabajadores para reivindicar sus derechos.
En Abril de 2008, centenares de trabajadores y trabajadoras de la fábrica turca de piel, DESA, que produce para estas marcas así como para los diseñadores británicos Nicole Fahri y Luella y otras marcas europeas, decidieron unirse al sindicato Deri Is; el sindicato turco de los trabajadores del sector de la piel. Desde entonces, 44 trabajadores y trabajadoras han sido despedidos y otros 55 han sido forzados a dimitir de sus cargos sindicales.
Los y las trabajadoras están luchando para que se les reconozca su derecho a organizarse. Realizan manifestaciones a diario frente a la fábrica DESA en la zona industrial de Düzce debiendo soportar detenciones y represión por parte de la policía local. A Emine Arslan, líder sindical de la fábrica DESA en Estambul (Sefaköy), intentaron sobornarla con la intención de que abandone el caso que tiene interpuesto en los tribunales contra DESA y para que termine con las manifestaciones frente a la fábrica. Cuando rechazó el soborno, amenazaron a su familia. Horas más tarde, su hija de 11 años sufrió un intento de secuestro por parte de un hombre que iba en moto (Más información sobre la historia de Emine).
Queda claro que muy poco de las enormes cantidades de dinero que los consumidores pagan por los artículos de lujo producidos en la fábrica DESA van a parar a los trabajadores. Los trabajadores y trabajadoras ganan salarios miserables, trabajan largas jornadas, y sufren dolencias derivadas de las insuficientes condiciones de salubridad e higiene. Se quejan de que no hay suficientes servicios para todas las personas que allí trabajan y los que existen están mugrientos. El único punto de agua potable es una manguera en la planta de los servicios. La comida servida por la fábrica es de baja calidad, y, sin prestaciones por maternidad y servicio de guardería, muchas trabajadoras deben dejar el trabajo cuando se convierten en madres. (Conoce más sobre las condiciones laborales de DESA)
DESA produce artículos para muchas marcas europeas y norteamericanas. La mayoría han sido contactadas a través de la Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestuario y Cuero (ITGLWF en sus siglas en inglés) y/o por la Campaña Ropa Limpia en estos meses. Ninguna de ellas ha tomado las medidas necesarias para garantizar que los trabajadores y trabajadoras de DESA disfruten de los derechos a los que todo trabajador tiene derecho.
Por favor, actúa ahora y exige a estas lujosas marcas que garanticen el derecho a organizarse de los trabajadores y trabajadoras de DESA.
Prada, Mulberry, Nicole Fahri, Samsonite, Luella, Aspinalls (Debenhams)
Por favor contacta ahora a estas empresas demandando que:
1. Participen en el proceso de diálogo coordinado por la Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestuario y Cuero (ITGLWF en sus siglas en inglés)
2. Colabore con otras empresas clientes para urgir a la dirección de DESA que:
-Readmita a los y las trabajadoras despedidas con el pago íntegro de los salarios atrasados desde la fecha del despido hasta la fecha de la readmisión
-Ponga fin a la campaña anti-sindical de intimidación y acoso
-Proporcione a cada trabajador/a una carta por escrito que garantice su derecho a organizarse
-Acepte al sindicato Deri Is como interlocutor social legítimo
-Ponga en práctica relaciones industriales adecuadas, incluyendo establecer procedimientos disciplinarios y de conciliación, y, un sistema de relaciones industriales que respeten el derecho a la libertad de asociación y a la negociación colectiva
PARTICIPA Y FIRMA PORQUE ¡SINDICARSE ES UN DERECHO NO UN LUJO!