En un clima de temor e intimidación y después de meses de demoras, las autoridades de Bangladesh han anunciado el nuevo salario mínimo mensual de 8.000 taka (80 euros) que afecta 4,5 millones de trabajadoras y trabajadores del sector textil. Esta cifra mensual demuestra una total indiferencia hacia la labor de los sindicatos y hacia la necesidad de fijar los salarios a través del diálogo social.
«El anuncio del nuevo salario mínimo de 8.000 taka incumple totalmente las expectativas de las organizaciones de trabajadores y trabajadoras», señaló Shapon Salauddin, Secretario General del Consejo de IndustriALL Bangladesh (IBC por sus siglas en inglés).
La Campaña Ropa Limpia respalda la petición de IBC que reclama la revisión de la cantidad anunciada y exige que el nuevo salario mínimo se establezca en 16.000 taka. También expresamos nuestra preocupación en torno a la composición de la junta salarial y el proceso.
«Los 8.000 taka como nuevo salario mínimo es escandaloso. Como hemos venido manteniendo, respaldamos plenamente la demanda de 16.000 taka que el IBC comunicó claramente a la Comisión de Salario Mínimo y apoyamos la exigencia de revisión del nuevo salario dado que el proceso de la junta estaba profundamente comprometido «, dijo Ineke Zeldenrust de la oficina internacional de la Campaña Ropa Limpia.
El salario mínimo anunciado es problemático por varias razones. No solo la cantidad total está muy por debajo de cualquier estimación de salario digno creíble, si no que ni siquiera supone un aumento -del salario mínimo actual de 5.300 taka- dada la inflación en el país en los últimos cinco años y teniendo en cuenta los aumentos que ya deberían haber sido implementados en base a requisitos legales.
Además, el salario mínimo de las trabajadoras de la confección en Bangladesh se compone de un salario básico y varias asignaciones. El nuevo salario mínimo aumenta la proporción de complementos a expensas del salario básico, y eso tiene repercusiones negativas adicionales relacionadas con las horas extraordinarias y la indemnización por despido.
Tras varias cartas enviadas por la Campaña de Ropa Limpia a las empresas líderes del sector que se abastecen en Bangladesh, Inditex declaró públicamente “esperamos que las demandas de los trabajadores a través de sus legítimos representantes sindicales -incluyendo a IndustriALL Bangladesh Council- sean tenidas en cuenta, y que el actual proceso de negociación culmine en un aumento justo del salario mínimo que preserve el derecho de los trabajadores a un salario vital”. Claramente, nada de eso ha ocurrido.
El gobierno de Bangladesh y los empleadores del país no han creado un proceso de negociación constructivo basado en el respeto de la libertad de asociación, y eso se refleja en el salario mínimo anunciado.
¿Qué dicen las marcas internacionales?
«Las marcas internacionales y sus asociaciones han expresado reiteradamente su apoyo a un salario digno y a negociaciones justas que involucren a sindicatos legítimos, por lo que no pueden aprobar un salario mínimo de 8,000 taka ni este proceso, ambos rechazados enérgicamente por los representantes legítimos de los trabajadores y trabajadoras» dijo Ineke Zeldenrust.
La Campaña Ropa Limpia espera que las grandes marcas no se sigan ocultando detrás de declaraciones generales. O peor aún, permanezcan en silencio mientras millones de trabajadoras que producen la ropa procedente de Bangladesh temen expresar su descontento al tiempo que sufren salarios de miseria.
Las marcas deben demostrar públicamente y de manera clara que están dispuestas a cumplir con sus propias normas éticas y garantizar el respeto de los derechos humanos en sus cadenas de suministro, incluido el derecho a un salario digno.
Si las marcas de ropa se toman realmente en serio las condiciones y salarios de sus trabajadores, así como procesos de negociaciones justos, es el momento de demostrarlo. Es necesario un apoyo público a las trabajadoras y a sus sindicatos en Bangladesh que desde hace tiempo exigen de manera conjunta un salario mínimo de 16.000 taka.