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La fábrica “Garib & Garib Sweater Factory”, ubicada en Gazipur (Bangladesh), producía género de punto para la empresa sueca H&M, el mayor cliente de la fábrica según las fuentes consultadas. La misma página web de la fábrica cita a grandes empresas europeas y estadounidense líderes del sector entre sus clientes: Otto, 3Suisses International, Pimkie, Provera, Lindex , Littlewoods, Wal-Mart y JC Penny. La Campaña Ropa Limpia está actualmente tratando de verificar ésta y otras fuentes de información proporcionadas por los y las trabajadoras.
El incendio, supuestamente causado por un cortocircuito, comenzó en la primera planta de un edificio de siete alturas a las 21.30 horas del jueves 25 de febrero. La rápida expansión del fuego, alimentado por el material acrílico almacenado en el interior de la fábrica, hizo que las personas que se encontraban trabajando quedasen atrapadas en los pisos de arriba. Según declaraciones de personas que presenciaron los hechos e informes de prensa, las puertas de emergencia estaban bloqueadas, la puerta de salida cerrada y los equipos de extinción de incendios eran escasos y no funcionaban. Según uno de los supervivientes, los esfuerzos de rescate se vieron obstaculizados porque los bomberos tuvieron que empezar por cortar las verjas de hierro que cubrían las ventanas para poder acceder y rescatar a las personas atrapadas. Nadie pudo decir a los bomberos cuánta gente se encontraba en la fábrica cuando comenzó el incendio.
El sindicato bengalí National Garment Workers Federation y las organizaciones que están apoyando a los trabajadores, a las trabajadoras y a sus familias demandan:
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El tarresto inmediato del dueño de la fábrica t
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El tpago inmediato de 500.000 Taka ( 5.400 € aproximadamente) a las tfamilias de las personas fallecidas
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Atención tmédica y pago de indemnizaciones a las personas heridas
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Adopción tde medidas inmediatas y efectivas para compensar a las víctimas a tlargo plazo
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Puesta ten marcha de una investigación imparcial y creíble sobre las tcircunstancias que han rodeado tan terrible tragedia
La industria de ropa de Bangladesh arrastra una escalofriante historia de accidentes de seguridad. Desde el 2000, la Campaña Ropa Limpia ha puesto de relieve nueve casos similares con un macabro cómputo de 273 muertes. (Para mayor información: http://www.cleanclothes.org/news/international-action-day-bangladesh).
La Campaña Ropa Limpia quiere expresar su indignación porque, una vez más, los y las trabajadoras tienen que pagar con su vida el precio de que el Gobierno de Bangladesh, la industria bengalí y las marcas internacionales que allí se abastecen no tomen las medidas adecuadas para prevenir estos accidentes.Todavía existe una cultura de impunidad que permite describir estas tragedias simplemente como trágicos accidentes, permitiendo a todas las personas involucradas eludir responsabilidades.
Una investigación reciente sobre uno de estos casos desveló que los dueños de una fábrica en cuestión, “KTS Sweater”, esquivaron cargos de homicidio pese a haber admitido que encerraban a los trabajadores y a las trabajadoras bajo llave en el interior de la fábrica (para mayor información: http://www.thedailystar.net/newDesign/news-details.php?nid=128183). Esta información llegó después de que los agentes de policía involucrados modificasen oportunamente el informe.
El caso de la fábrica que ahora nos ocupa, “Garib & Garib Sweater”, prueba una vez más que las auditorías de las empresas clientes no consiguen detectar violaciones muy serias de los estándares laborales internacionales y de sus propios códigos de conducta, y que las inspecciones de trabajo y la vigilancia gubernamental sobre la legislación laboral son lamentablemente insuficientes e inadecuadas.
Al mismo tiempo, la represión constante de la actividad sindical en las fábricas y la poca voluntad de las empresas clientes de trabajar con los y las representantes sindicales imposibilita que las personas trabajadoras puedan informar y evitar que se infrinjan las medidas de seguridad y salud. Si la industria quisiese realmente prevenir estas muertes en el futuro, debería comenzar por preocuparse en involucrar a los propios trabajadores y trabajadoras en el control de los estándares de seguridad y salud. Esto únicamente puede hacerse apoyando y defendiendo el derecho de asociación y trabajando directamente con los sindicatos.
Fotografía: http://www.msnbc.msn.com Abir Abdullah / EPA