La Campaña Ropa Limpia (CRL), coordinada por SETEM, asiste a la Junta de Accionistas que Inditex celebra el 15 de julio en las instalaciones de la empresa, en Arteixo. La intervención de la CRL se centra en la demanda de garantías reales que aseguren que las personas que trabajan en las fábricas proveedoras del gigante textil puedan vivir dignamente de su trabajo.
Los países empobrecidos luchan por mantener y atraer a las grandes empresas del sector textil para la contratación de la fabricación en sus fábricas. Como consecuencia se ha dado un deterioro en las condiciones de trabajo y de vida de las personas que confeccionan nuestra ropa.
Salarios dignos
Inditex produce en países como Bangladesh, Camboya, Marruecos y China, entre otros, donde ha quedado demostrado el pago de salarios miserables y la ausencia del derecho a la libertad sindical. Sin embargo, en la memoria de sostenibilidad que este año presenta la empresa no se hace ninguna referencia a garantizar un salario mínimo que asegure la dignidad en las vidas de las personas que trabajan en sus fábricas proveedoras.
A pesar de que en el Código de Conducta de la compañía se menciona el asunto de los sueldos, la realidad demuestra que carece de eficacia si no se establecen medidas concretas. En el modelo de contratación de Inditex se prima a las fábricas que establecen plazos de entrega muy cortos, los contratos de producción son puntuales y dependen del coste, de modo que se obvian los criterios de la RSC. Esta política va en contra de establecer relaciones a largo plazo con los proveedores de manera que las fábricas pueden asegurar su estabilidad y ofrecer contratos duraderos y justos. Así, desde la CRL se hará entrega a Inditex de una serie de recomendaciones para que incorpore criterios que garanticen dicho salario.
Caso Spectrum
Asimismo, después de que Inditex se comprometiera a indemnizar a las víctimas del derrumbamiento de una de sus fábricas proveedoras, Spectrum en Bangladesh, éstas no han recibido todavía información al respecto. Así, la CRL entregará una carta de los propios trabajadores y trabajadoras de la fábrica donde reclaman el pago de las pensiones que aún faltan por pagar.