En Noviembre de 2008 la Campaña Ropa Limpia y LabourStart hicimos un llamamiento público conjunto para denunciar la situación y apoyar a los trabajadores -mayoritariamente mujeres- que fueron explotadas laboralmente, y posteriormente despedidas ilegalmente, en varias fábricas de marroquinería en Turquía. Las fábricas en cuestión son propiedad de la empresa turca DESA que produce artículos de piel para marcas europeas muy conocidas y algunas de las más lujosas de Europa. Desde entonces y hasta ahora, se han conocido las sentencias de varios casos llevados a los tribunales turcos. La justicia ha dado la razón a las trabajadoras de DESA en todos y cada uno de los casos y ha dictaminado que las y los trabajadores fueron despedidos por sus actividades sindicales. En paralelo, ha habido varias reuniones entre el sindicato Deri Is y la gerencia de DESA. A pesar de estos avances, muy poco o nada ha cambiado realmente para las trabajadoras que siguen peleando por defender sus derechos.
Necesitamos más presión para hacer que DESA y sus empresas clientes asuman sus responsabilidades frente a las trabajadoras y protejan sus derechos fundamentales; entre ellos el de unirse a un sindicato.
El diálogo continúa pero no se toman medidas:
En nuestro llamamiento inicial pedíamos a todas las empresas clientes de DESA que se unieran a una reunión internacional .ésta fue coordinada por la Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestuario y Cuero (ITGWLF en sus siglas en inglés) y, según lo previsto, convocada para el 20 de Diciembre. Por lo que sabemos, ninguna de las empresas clientes de DESA aceptaron asistir a esta cita; o bien nunca respondieron a la invitación, o la declinaron argumentando que no estaba justificada su presencia, o, sencillamente tenían mejores cosas que hacer aquel día.
Afortunadamente para ellas el foco de la cuestión se desvió cuando de pronto DESA aceptó reunirse con el sindicato turco para discutir sus demandas. La primera reunión tuvo lugar el viernes 19 de diciembre y según los que estaban presentes fue una reunión constructiva y útil. Sin embargo, no se llegó a ningún acuerdo en relación con la readmisión de las trabajadoras despedidas. Así, acordaron continuarla el lunes siguiente.
El lunes 22 de diciembre, los representantes de Deri Is se reunieron de nuevo con la gerencia de DESA pero, en esta ocasión, la reunión fue mucho menos productiva. No sólo no se llegó a ningún acuerdo sobre la readmisión, sino que la atmósfera fue menos constructiva, y es que DESA se desdijo de puntos que previamente había aceptado. Así las cosas, el sindicato turco pidió a la dirección de DESA que aportase documentos por escrito para aclarar su postura en relación con cada una de las demandas del sindicato y garantizar así, que los acuerdos tomados no pudiesen revertirse. A día de hoy DESA no ha aportado ningún documento.
Desde el 22 de diciembre, han tenido lugar varias reuniones más; la última el 13 de Enero. No ha habido progreso, tampoco se han aportado actas ni ningún otro documento por escrito. Nos preocupa que DESA esté utilizando estas reuniones para frenar la campaña local e internacional puestas en marcha en apoyo a las trabajadoras. Es muy importante mostrar a DESA que las reuniones no tienen sentido si el objetivo no es resolver el caso y que deben volver a adoptar una actitud positiva para alcanzar una solución negociada.
Las sentencias de los tribunales turcos confirman discriminación por actividad sindical:
El 24 de Diciembre Emine Arslan, trabajadora de la fábrica de Sefakoy, junto con otros 4 trabajadores más de la fábrica de Duzce llevaron sus casos a juicio. El tribunal concluyó que fueron despedidos como resultado de sus actividades sindicales con lo que había dos posibilidades: o bien eran readmitidos o debían ser debidamente indemnizados. El 22 de Enero otros 8 trabajadores tuvieron sentencias favorables en las que también se dictaminó que habían sido despedidos por sus actividades sindicales. Aún así, la dirección de DESA sigue rechazando rotundamente la reincorporación de Emine y de sus compañeros.
La sentencia del tribunal turco en favor de Emine Arslan
Una nueva oleada de despidos muestra la necesidad de representación sindical:
DESA ha despedido a 30 nuevos trabajadores «debido a la crisis económica», aunque 5 de ellos eran miembros del sindicato. Dado que estos nuevos despidos han ocurrido durante el conflicto laboral, podría argumentarse que si DESA desease mostrar buena voluntad al sindicato Deri Is, habrían evitado el despido de más miembros del sindicato. Uno de estos trabajadores firmó una carta de despido y recibió la correspondiente indemnización. Los otros cuatro, Aysen Yilmaz, Nursen Meydan, Serda Yilmaz, Zeki Acar, siguen luchando por su readmisión. Tenemos entendido que DESA ha condicionado la readmisión de los despedidos a la llegada de más pedidos (pero una vez más nada ha quedado por escrito…)
Todos los trabajadores del mundo corren ahora el riesgo de ser despedidos a medida que la situación económica empeora. No tenemos manera de saber realmente si DESA está atravesando por dificultades financieras o si aprovecha la coyuntura para intimidar a las trabajadoras. En cualquier caso, la situación es tan delicada que es urgente que se reconozca al sindicato para garantizar a las trabajadoras que serán consultadas debidamente a través de sus representantes sindicales en el caso de que la empresa anuncie recortes de producción que pudieran acarrear ajustes de personal.
Las empresas clientes: escurren el bulto y eluden responsabilidades
En nuestro anterior llamamiento nos centramos en las empresas clientes de DESA que no estaban haciendo nada por contribuir a resolver el caso, ya que no asumían su responsabilidad por las condiciones laborales en DESA ni por los despidos que se estaban produciendo por intentar mejorar las condiciones de trabajo. Estas empresas eran Prada (Italia), Mulberry (Reino Unido), Nicole Fahri (propiedad de French Connection), Luella, Samsonite y Aspinalls of London (Reino Unido).
Cabe destacar que Luella y Samsonite nunca se han dignado a responder a las cartas, ni se han dirigido a ITGLWF, Deri Is o la Campaña Ropa Limpia Británica ni internacional.
Prada, el mayor cliente de DESA con diferencia, respondió a los correos electrónicos enviados por la Campaña Ropa Limpia Italiana y el ITGLWF dando evasivas. únicamente apuntaron que se había llevado a cabo una auditoría y que en ésta no se había detectado «ningún problema». Textualmente se apuntaba que «algunos miembros del sindicato estaban por entonces en la fábrica así que por tanto no puede haber problemas relacionados con la libertad sindical» y que «esperarían a ver la sentencia del proceso legal en curso».
Aspinal of London respondió en Noviembre diciendo que «estaban investigando». Desde entonces no hemos vuelto a saber nada de ellos. Nicole Fahri por su parte, dijo lo mismo, y poco después dejó de responder a los correos electrónicos enviados por la Campaña Ropa Limpia.
Otras empresas clientes de DESA que no habían sido objeto de la campaña incluyen a la española El Corte Inglés y a las británicas Marks and Spenser y Debenhams. Estas empresas han sido más activas que las anteriores, y se han dirigido a DESA para transmitirles su preocupación e interés por la resolución del conflicto. El Corte Inglés ha condicionado temporalmente futuros pedidos a la resolución de los conflictos laborales. M&S encargó una auditoría que merece más crédito que las anteriores realizadas. Sin embargo, no la han hecho pública y tampoco han compartido sus resultados con las otras empresas, sindicatos ni defensores de los derechos laborales.
No obstante, ninguna de estas empresas se ha mostrado dispuesta a trabajar en grupo y coordinarse, ninguna ha tomado las medidas que se necesitan para contribuir a resolver el caso de manera positiva. Eso sí, todas ellas manifiestan su compromiso con la defensa de los derechos humanos y laborales en sus satinadas memorias y códigos de conducta.
ACTUA Y FIRMA LA CARTA EXIGIENDO RESPONSABILIDAD A LAS EMPRESAS CLIENTES