La intimidación a activistas de Derechos Humanos y laborales en Filipinas por parte del Gobierno y de la Confederación patronal sigue. Mediante arrestos siguen intentando socavar los esfuerzos de lucha contra la impunidad con la que se atenta violentamente contra los líderes de defensa de los derechos laborales.
La alarma estalló con el arresto de Remigio Saladero, abogado laboralista a quién acusaron falsamente de conspirar para organizar una rebelión y participar en un asesinato que ni siquiera se había revelado. Tras esto, las detenciones han seguido hasta llegar a los 72 activistas de derechos humanos y laborales encerrados, entre los que se encuentran los líderes laborales más destacados. Se les acusa de asesinato y de intento de asesinato supuestamente por robar armas del gobierno y atacar a las fuerzas policiales en una emboscada en la provincia de Mindoro en Marzo de 2006.
Sin embargo y a pesar de la gravedad de los cargos la Organización Internacinal del trabajo (OIT) no ha podido llevar a cabo ninguna investigación formal sobre el asunto debido a que la Confederación Patronal de Filipinas se ha opuesto a ello. Los activistas por su parte, aseguran haber sufrido un trato violento y vejatorio.
Por ellos la Campaña de Ropa Limpia exige:
- Poner fin a la campaña de intimidación y acoso a los líderes de derechos humanos y a aquellos que les apoyan
- Invitar a la OIT para que realice una investigación independiente en los casos de violación de derechos humanos en Filipinas
- Liberar a todos los activistas detenidos y retirar los cargos criminales contra los defensores de los derechos humanos y laborales, activistas y personas implicadas en el “caso Mindoro”