El pasado 11 de julio de 2021, Worker Rights Consortium y la red internacional Clean Clothes Campaign, enviaron la siguiente carta a las marcas firmantes del Acuerdo sobre la Seguridad contra Incendios y de Edificios en Bangladesh, en respuesta a un gran incendio que tuvo lugar en una fábrica de zumos en Bangladesh el 8 de julio de 2021.
Estimada marca firmante del Acuerdo,
Como ya sabrá, el jueves 8 de julio se produjo un espantoso incendio en una fábrica en Bangladesh. Al menos 52 personas trabajadoras han muerto. Muchas sufrieron quemaduras tales que ni siquiera sus familias pudieron identificarlas. Algunas trabajadoras perdieron la vida al saltar al vacío desde los pisos superiores de la fábrica para huir de las llamas. Las similitudes con la catástrofe de Tazreen Fashions de 2012 son evidentes y profundamente inquietantes.
Esta catástrofe es muy relevante para el sector de la confección. La fábrica, que procesa alimentos, es propiedad de una empresa que también fabrica ropa. La fábrica está situada en Narayanganj, en medio de cientos de fábricas de confección.
La inexistencia de salidas de emergencia, causa directa de todas estas muertes, es una amenaza que se encuentra en un gran número de instalaciones de producción en Bangladesh que no están cubiertas por el Acuerdo: desde fábricas de procesamiento de alimentos, a fábricas de productos químicos y fábricas de ropa.
Es fundamental entender que estos peligros mortales para la seguridad también se encuentran en cientos de fábricas cubiertas por el Acuerdo, donde las revisiones y mejoras de seguridad están incompletas. Gracias al Acuerdo, muchas fábricas son ahora seguras, pero no todas.
Si hay alguna marca firmante del Acuerdo que todavía no reconoce por qué un acuerdo legalmente vinculante y exigible es esencial para la seguridad de los tres millones de personas trabajadoras de la confección de Bangladesh, la tragedia vivida en Narayanganj es una evidencia terriblemente clara.
De no haber renovación y extensión del Acuerdo de Bangladesh, y de estar su marca entre las que no contribuyan a lograrlo, entonces será responsable de los desastres mortales que inevitablemente ocurrirán, en los próximos años, en las fábricas anteriormente cubiertas por el Acuerdo. La tragedia del jueves 8 de julio ofrece un desgarrador ejemplo de las terribles consecuencias que provocará la disolución del Acuerdo.
Si su marca apoya, y se compromete a firmar, un acuerdo que mantenga el modelo del Accord que tantas vidas ha salvado hasta ahora, lo celebramos.
Si no, está jugando con fuego.