Lanzamos la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) “Good Clothes, Fair Pay” («Buena Ropa, Salario Justo») para exigir leyes sobre salarios dignos para las personas que fabrican nuestra ropa. Esta campaña, de un año de duración, necesita al menos un millón de firmas de ciudadanos de la UE para pedir a la Comisión Europea que introduzca legislación sobre esta importante cuestión. La iniciativa está liderada por una coalición de ciudadanos y cuenta con el apoyo de ONG, responsables políticos y expertos en salarios dignos. La Campaña Ropa Limpia es uno de los socios estratégicos de la campaña.
La ICE exige que las empresas que venden prendas de vestir, textiles y calzado en la UE adopten medidas sobre salarios dignos en sus cadenas de suministro. Las marcas y los minoristas tendrían la obligación legal de evaluar los salarios en sus propias cadenas de suministro, poner en marcha planes para cerrar la brecha entre los salarios reales y los salarios dignos, y hacer públicos sus progresos. Puedes firmar esta petición en la parte de abajo de esta noticia.
Las empresas de moda ganan miles de millones mientras los trabajadores de su cadena de suministro reciben salarios de miseria. Como mayor importador de ropa del mundo y uno de los mayores mercados consumidores de moda -con más de 260.000 millones de euros en ventas previstas para 2022-, la UE debe abordar este modelo injusto y explotador.
Los consumidores de moda se sienten cada vez más incómodos con los salarios de los trabajadores de la confección. Quieren sentirse bien con la ropa que llevan, pero no pueden valorar si el trabajador que ha confeccionado sus vaqueros ha recibido un salario justo por una dura jornada de trabajo. La campaña «Good Clothes, Fair Pay» ofrece a los consumidores de moda la oportunidad de pedir un cambio.
Kirsten Kossen, asesora principal de derechos humanos del Banco ASN -que inició la ICE- y miembro del Comité Ciudadano de la ICE ha señalado que “durante demasiado tiempo, las marcas han prometido hacer lo correcto. La mayoría de las veces no lo han hecho. No podemos esperar más a que se adopten medidas voluntarias. Como ciudadanos de la UE, tenemos el poder de cambiar esta situación y dar a los trabajadores de la confección un salario decente por su duro día de trabajo. Para lograr un cambio real en toda la industria, las empresas de la moda deben rendir cuentas».
Los salarios de pobreza afectan a los trabajadores de todo el mundo
La mayoría de las personas que hacen nuestra ropa no ganan un salario digno. Los trabajadores de la confección, en su mayoría mujeres, ganan de media un 45% menos de lo que necesitan para mantenerse a sí mismos y a sus familias. A pesar de las extenuantes horas de trabajo, la mayoría tiene dificultades para llevar comida sana a la mesa, vivir en una vivienda adecuada, acceder a la sanidad o incluso enviar a sus hijos a la escuela. Los salarios mínimos legales vigentes en la industria, fijados por los gobiernos de los países productores de ropa, simplemente no son suficientes para vivir. Los salarios de pobreza son endémicos en la industria mundial de la confección. Afectan a los trabajadores de la confección de todo el mundo. La industria de la moda emplea a decenas de millones de personas en el Sur Global y a 1,5 millones en la UE, la mayoría de las cuales no reciben salarios dignos.
La situación se ha visto agravada por la pandemia de Covid-19. Cientos de miles de trabajadores se quedaron sin cobrar por su trabajo cuando las grandes marcas cancelaron los pedidos de productos ya producidos. Esto ha provocado una grave crisis humanitaria en la que los trabajadores se han quedado sin red de seguridad social, luchando por pagar la comida, la sanidad y el alojamiento.
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