Un nuevo informe publicado por la Campaña Ropa Limpia, ‘Europe´s Sweatshops‘, denuncia los endémicos salarios de pobreza y otras duras condiciones de trabajo de la industria de la confección y el calzado en Europa oriental y sudoriental. En Ucrania, por ejemplo, la gran mayoría de trabajadores y trabajadoras gana 89 euros al mes a pesar de trabajar horas extra en un país donde el salario debería ser cinco veces superior. Entre las marcas clientes de estas fábricas están Benetton, Esprit, GEOX, Triumph y Vera Moda.
Para las marcas internacionales de moda, la región del este y sudeste de Europa es un paraíso para los salarios bajos. Muchas de estas compañías, además, se vanaglorian del ‘Made in Europe’ para hacer creer a las personas consumidoras, que los productos están realizados bajo unas condiciones justas, cuando en realidad una gran parte de los 1,7 millones de trabajadores y trabajadoras de la confección de estos países viven en situación de pobreza y se enfrentan a condiciones de trabajo peligrosas, incluidas horas extra forzosas, y acumulan elevadas deudas.
Estas maquilas situadas en suelo europeo, ofrecen mano de obra barata con un nivel alto de experiencia y cualificación. Con frecuencia, los salarios mensuales de las plantillas, formadas mayoritariamente por mujeres, solo alcanzan el salario mínimo legal, que son 89 euros en Ucrania y 374 en Eslovaquia. Un sueldo digno para que una familia pueda hacer frente a sus necesidades básicas debería ser entre cuatro y cinco veces superior, lo que se traduciría en una paga de 438 euros al mes en Ucrania.
Los salarios mínimos legales se sitúan, sin embargo, por debajo de los niveles oficiales de pobreza y subsistencia, acarreando consecuencias dramáticas. “A veces, simplemente, no tenemos nada que comer”, afirma una mujer que trabaja en una fábrica de prendas de vestir en Ucrania. Otro trabajador ucraniano, declara al respecto que con su sueldo solo alcanza a pagar “las facturas de electricidad, agua y calefacción”.
Un total de 110 entrevistas realizadas a personas trabajadoras de fábricas de calzado y confección de Hungría, Serbia y Ucrania revelaron que muchas de ellas se ven obligadas a trabajar horas extra solo para alcanzar los objetivos de producción, y aun así, apenas alcanzan el salario mínimo legal.
Muchas de las personas entrevistadas denunciaron las condiciones de trabajo peligrosas a las que se enfrentan diariamente, como la exposición al calor y a productos químicos tóxicos, las condiciones antihigiénicas, las horas extra forzosas no remuneradas y el trato abusivo por parte de sus superiores. Los empleados y empleadas declararon sentirse intimidadas y bajo la constante amenaza de despido o reubicación.
“Cuando el personal serbio pregunta por qué en pleno verano no hay aire acondicionado, por qué el acceso al agua potable es limitado o por qué tiene que volver a trabajar un sábado, la respuesta siempre es la misma: ahí está la puerta”, alerta el informe.
Estas fábricas son las que cuentan entre sus clientes con marcas internacionales de moda como Benetton, Esprit, GEOX, Triumph y Vera Moda, que se benefician sustancialmente de este sistema de salarios bajos. La Campaña Ropa Limpia hace un llamamiento a estas marcas para que trabajen conjuntamente con sus proveedores para implementar salarios dignos y erradicar las condiciones de trabajo ilegales e inhumanas documentadas en el nuevo informe Europe´s Sweatshops.