La Campaña Ropa Limpia, que lleva asistiendo ocho años a la Junta de Accionistas del Grupo Inditex, ha decidido no volver a asistir de forma sistemática a la misma ante los pocos avances reales de la multinacional del textil a favor del cumplimiento de los derechos laborales en toda la cadena de suministro.Aunque la Campaña ha valorado positivamente iniciativas puntuales de la multinacional ante situaciones de violación de los derechos laborales – como es la indemnización a las víctimas del derrumbamiento de la fábrica Spectrum en Bangladesh o la restitución del trabajo a las obreras y obreros de Camboya – hemos constatado que la empresa sólo responde a casos concretos si existe la posibilidad de que éstos lleguen a la luz pública.La realidad es que todos los años surgen casos en las fábricas deslocalizadas de acoso, de despido, de abusos laborales, en los que Inditex, en mayor o menor medida, es una de las marcas involucradas. La Campaña Ropa Limpia ha trabajado en 8 casos en poco más de 3 años respondiendo a la llamada de organizaciones de trabajadoras y trabajadores de países como Turquía, Camboya o Bangladesh.Esto significa que no ha habido una modificación sustancial en su modelo de negocio que ayude a mejorar las condiciones laborales en su cadena de producción y, concretamente, en sus proveedores de los países empobrecidos. Algo que hemos venido reclamando y demandando en todas las Juntas de Accionistas con preguntas que nunca han sido contestadas satisfactoriamente.Y de hecho, en su último año, según su memoria, podemos ver cómo ha aumentado un 10% los casos de graves violaciones de derechos laborales, principalmente en Asia en el último año. Estamos hablando de casi 300 fábricas de las cuales 152 son de grave incumplimiento.Deterioro de las condiciones laboralesEn el último año, Inditex ha aumentado su producción y número de proveedores en algunos de los países más pobres de su cadena de suministro, como Bangladesh (un 75% respecto a 2007 con un total de 212.000 personas que trabajan en la cadena de Inditex sólo en el área de Dhaka), en India (un 66% respecto a 2007) o en países como Camboya, Indonesia o Vietnam donde se caracterizan no sólo por sus bajos salarios, sino por su debilidad institucional y/o por grandes dificultades para garantizar las libertades sindicales y el derecho de asociación.El alto volumen de producción y el elevado número de personas que trabajan para Inditex en determinados países debiera traducirse en capacidad de influencia y maniobra en el sector dirigida a garantizar unas condiciones dignas de trabajo (en el área de Tánger uno de cada dos trabajadores del textil, trabaja en fábricas que producen para Inditex).El modelo de reducción de costes laborales que caracteriza a esta y a otras grandes transnacionales ha provocado una carrera hacia la precariedad que no ha ayudado a mejorar las condiciones laborales y salariales, y mucho menos a facilitar la organización sindical o la negociación colectiva, sino todo lo contrario. La competencia entre países por ofrecer las mejores condiciones a la inversión extranjera y a la producción para las grandes firmas transnacionales ha provocado un deterioro progresivo de los ya precarios mercados laborales.Es inmoral los beneficios de esta empresa cuando los salarios son de miseriaSi esta situación ya era grave en situación de economía global considerada “próspera”, con la actual crisis la situación es crítica en estos momentos.En Bangladesh decenas de miles de trabajadoras y trabajadores han tenido que salir a la calle en la última semana para protestar por los recortes de sus ya de por sí paupérrimos salarios y por la situación insostenible de explotación que están sufriendo. Las revueltas se han cobrado ya la vida de dos trabajadores. Mientras, “los exportadores de ropa bengalíes lamentan que desde que comenzó la recesión han visto reducir el precio que se les paga por la ropa en un 10%”. En este país, el salario mínimo no llega a los 25 euros mensuales cuando la cantidad necesaria para vivir dignamente se calcula que deberían alcanzar los 108 euros mensuales.Los costes laborales representan una parte tan pequeña del precio final de una prenda de ropa que incluso aunque se doblasen los salarios, el precio de venta sólo aumentaría ligeramente. Por ejemplo en el caso de las camisetas, los costes laborales sólo suponen entre un 0,5% y un 3% del precio de venta; esto significa que si se doblasen los salarios, el precio de la camiseta pasaría de 44€ a 45,4€. Sin embargo, para las trabajadoras el ver incrementado su salario marca la diferencia entre alimentar a su familia tres veces al día, poder cubrir la sanidad y el colegio de sus hijos o no hacerlo. Además, en la lógica económica actual este incremento probablemente sería trasladado al consumidor/a.Por eso resulta del todo insuficiente y es indecente, que se sigan pagando en todas estas fábricas salarios de miseria por debajo del mínimo que marcan las legislaciones nacionales, se obliguen a realizar horas extras obligatorias excesivas y se elimine el derecho de asociación bien sea mediante represión y despido de las trabajadoras sindicadas, bien sea dirigiendo la producción hacia las zonas francas. Mientras, hablan de beneficios millonarios.La garantía de un salario y condiciones dignas es la garantía de salir de la pobreza y el desarrollo de las comunidades. Las grandes marcas deben demostrar y garantizar el cumplimiento de los compromisos recogidos en sus códigos de conducta y deben avanzar en el establecimiento de mecanismos a través de los cuales se garantice el respeto a los derechos humanos.Desde la CRL consideramos que la crisis global debería conducir a un replanteamiento del modelo económico, permitir debatir estrategias de desarrollo alternativas y cambiar las reglas de comercio. El nuevo escenario económico debería pasar forzosamente por la construcción de un marco productivo que tenga en la base el respeto de los derechos laborales.La Campaña Ropa Limpia no descarta volver a la Junta de Accionistas de Inditex cuando las investigaciones concretas realizadas por nuestra red así lo requieran. <!– tt@page { margin: 2cm } ttP { margin-bottom: 0.21cm } t–>
Nueva publicación: guía de transposición de la Directiva Europea de Diligencia Debida de las empresas en materia de Sostenibilidad
La Campaña Ropa Limpia, junto con otras ocho ONG europeas, publica una guía de transposición sobre la Directiva de Diligencia Debida de las empresas en materia de Sostenibilidad (CSDDD por sus siglas en inglés). El proceso de transposición presenta una oportunidad única para abordar las lagunas del texto de la ley y para mejorar la protección de los trabajadores y las trabajadoras y las comunidades de todo el mundo.