H&M, cuya marca llena las páginas de moda ética de The Guardian y presume de presentar una «colección consciente», publicó su hoja de ruta para el salario digno en 2013. La gigante sueca de ropa se ha comprometido a pagar «un salario digno» a 850.000 personas trabajadoras del sector textil para 2018, pero su último informe de sostenibilidad, que se publicó ayer, no recoge cifras reales que muestren progresos hacia ese objetivo.
Eva Kreisler, portavoz de la Campaña Ropa Limpia en España, afirmó: «a pesar de que anunció su intención de colaborar con la OIT en varios proyectos y con sindicatos suecos en programas educativos y aunque ha hablado ampliamente sobre sueldos justos, hasta ahora H&M ha presentado resultados concretos decepcionantes respecto a los avances hacia un salario digno. H&M está esforzándose mucho por conseguir una reputación de sostenible, pero los resultados para trabajadoras están por llegar todavía».
Athit Kong, vicepresidente del sindicato camboyano de trabajadores C.CADWU del sector textil, habló sobre su opinión en torno al proyecto «salario digno y justo» de H&M: «El informe de H&M no refleja con exactitud la realidad de Camboya o Bangladesh y sus afirmaciones públicas suenan a hueco para las trabajadoras, que siguen teniendo problemas todos los días para alimentar a sus familias. Es imposible que un modelo de «sostenibilidad» planteado y controlado totalmente por H&M que no se basa en un respeto real por las trabajadoras que se organizan y los sindicatos locales consiga cambios auténticos para las trabajadoras de las fábricas de H&M, solamente sirve como fachada de relaciones públicas para ocultar el abuso sistemático existente».
Otras críticas de la Campaña Ropa Limpia sobre el programa salarial de H&M incluyen la falta de cifras que definan su compromiso con el salario digno y la decisión de poner en marcha sus proyectos piloto salariales en fábricas en las que adquieren el 100% de la producción. Eva Kreisler afirmó: «las fábricas en las que los compradores tienen este nivel de poder no existen en el 99% de la industria textil mundial, así que es poco probable que H&M pueda ampliar sus ‘conocimientos’. Cualquier proyecto piloto en torno a los salarios debe contar con parámetros definidos, planes claros y plazos concretos para conseguir progresos en todas las fábricas, y no solo en unas pocas».
La Campaña Ropa Limpia insta a H&M a demostrar que tiene intención de actuar respecto a lo que afirma. Como primer paso inmediato, exige a la marca que negocie directamente un salario mejor para Camboya con la unión de sindicatos nacional y que firme un acuerdo viable de marcas con ellos y con otras marcas comprometiéndose a subir los salarios hasta un nivel de salario digno, y que acuerde plazos y medidas para que se implemente rápidamente.