El 24 de Abril de 2013, el edificio Rana Plaza que albergaba 5 fábricas de ropa que producían para marcas europeas y norteamericanas, se desplomó. Bajo sus escombros murieron trágicamente 1134 personas y miles más resultaron heridas. Durante estos tres años, la Campaña Ropa Limpia ha trabajado codo con codo con los supervivientes y con las familias de las víctimas para lograr que reciban indemnizaciones. También colaboramos con el movimiento sindical para impulsar la firma y garantizar la implementación del Acuedo de Bangladesh sobre Seguridad en la Construcción de Edificios e Instalaciones de Sistemas contra Incendios, un acuerdo legalmente vinculante para garantizar que se realizan inspecciones de seguridad y las reparaciones necesarias en las fábricas de Bangladesh. Y seguimos trabajando intensamente con los sindicatos del país, que soportan todavía hoy acoso y brutales represalias por ejercer su derecho a organizarse y negociar mejoras en las condiciones de trabajo.
El informe «Rana Plaza tres años después: Indemnización, Justicia y Seguridad para los trabajadores y trabajadoras» que hoy presenta la Campaña Ropa Limpia (Rana Plaza Three Years On: Compensation, Justice and Workers’ Safety) resume los esfuerzos realizados y señala todo lo que todavía queda por hacer antes de poder decir que las fábricas de ropa de Bangladesh son seguras.
El informe detalla la casi culminación del acuerdo Rana Plaza (Rana Plaza Arrangement) que ha distribuido 18,5 millones de dólares a 868 familias que sufrieron la pérdida o desaparición de un familiar y a 2027 supervivientes que resultaron heridos. Para costear los cuidados médicos de las personas heridas se destinaron 1,5 millones de dólares. Por otro lado, bajo un esquema de indemnización diseñado por Primark únicamente para empleados de la fábrica New Wave Botton, se presentaron 257 reclamaciones de pago más por personas fallecidas y desaparecidas y 405 por trabajadores/as heridos/as y supervivientes. El total de pagos realizados por esta vía fue 12,4 millones de dólares.
Las familias de las víctimas de Rana Plaza y las organizaciones que les apoyamos, seguimos trabajando para que sean indemnizadas por daños y perjuicios, tipo de indemnización que quedó excluida del acuerdo Rana Plaza, y para que los responsables de la muerte de sus familiares sean juzgados. Se han presentado numerosas demandas legales pero el proceso es muy lento. La Campaña Ropa Limpia sigue comprometida apoyando a las víctimas en este arduo camino y apremia a los tribunales y gobierno de Bangladesh y a la comunidad internacional a dar los pasos necesarios para que no se eternice el proceso judicial.
El trabajo realizado por el equipo de inspección del Acuerdo de Bangladesh ha sido ingente. En total, se han realizado inspecciones iniciales en 1.589 fábricas y se han detectado 108.538 irregularidades. Las fábricas fueron calificadas de «alto riesgo» por el Inspector Jefe. Lamentablemente, pese a la urgencia y escala de las reparaciones que deberían hacerse para solucionar los problemas identificados, el esfuerzo por parte de los dueños de las fábricas y las empresas a las que abastecen, ha sido muy limitado. Casi todas las fábricas acumulan retrasos en los plazos estipulados para realizar las reparaciones. Únicamente 7 fábricas han solventado todas las situaciones de riesgo identificadas en las primeras evaluaciones del equipo de inspección del Acuerdo. En repetidas ocasiones hemos alertado sobre el hecho de que algo tan aparentemente simple y que potencialmente puede salvar muchas vidas como el disponer de puertas contra incendios adecuadas en las fábricas, aún no ha sido corregido en un número alarmante de fábricas. La Campaña Ropa Limpia urge a las empresas internacionales signatarias del Acuerdo a afrontar estos retrasos con la máxima urgencia y a garantizar que sus fábricas proveedoras tienen la capacidad económica suficiente para realizar las reparaciones necesarias.
Por último, la Campaña Ropa Limpia denuncia los escasos avances que ha habido para asegurar que los derechos fundamentales son respetados. El derecho a la libertad de asociación es fundamental para que los trabajadores y trabajadoras puedan defender sus derechos y vigilar la seguridad de las fábricas. Las promesas del gobierno de Bangladesh de que modificaría la ley laboral para adecuarla a los estándares internacionales, han caído en saco roto. El anuncio de nuevas directrices para implementar la ley laboral se retrasó dos años y la represión hacia los sindicalistas se acrecienta. Una de las noticias más aplaudida tras la catástrofe, el espectacular crecimiento de los sindicatos registrados en las fábricas el primer año tras el derrumbe del Rana Plaza, está siendo ahora puesta en tela de juicio: dos años después un tercio de estos sindicatos ha sido borrados del mapa ya sea por acoso y represión a sus miembros o por el cierre de las fábricas sindicalizadas. La cultura de la impunidad que permite a los dueños de las fábricas amenazar e intimidar a los/as trabajadores/as sin que por ello haya consecuencias pervive y, en algunos casos, con la complicidad de la policía. Dolorosa prueba de ello y de la dejadez del gobierno, es el asesinato hace ahora 4 años del sindicalista y compañero de la Campaña Ropa Limpia, Aminul Islam, que sigue sin resolverse y cuyos culpables siguen libres.
En el informe destacamos que aunque ha habido avances importantes en materia de seguridad a lo largo de estos 3 años, todavía queda mucho por hacer.
La Campaña Ropa Limpia hace un llamamiento para que la oleada de indignación y tristeza que provocó la tragedia del Rana Plaza y cristalizó en la firma del Acuerdo de Bangladesh, permanezca viva e incluso aumente hasta que las fábricas de Bangladesh sean seguras y las personas que allí trabajan haciendo la ropa que vestimos no tengan que temer por sus vidas.
Más información:Informe completo (en inglés)