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El acuerdo también reconoce claramente a SBGTS -la filial de GSBI con base en la fábrica- como representante de las y los trabajadores en la fábrica PT Mulia Knitting Factory; y, además, proporciona medidas de compensación para cinco ex empleados que habían sido despedidos en 2007 debido a su afiliación sindical, y que habían mantenido su lucha en favor del derecho de libertad sindical.
GSBI y la Campaña Ropa Limpia valoran el papel desempeñado recientemente por uno de los clientes internacionales, Tommy Hilfiger, de PT Mulia Knitting Factory. La presión de la marca internacional sobre la dirección de la fábrica indonesia durante los últimos meses ha sido crucial para lograr el acuerdo.
Igualmente, lamentamos que hayan tenido que transcurrir más de dos años desde el primer contacto que la Campaña Ropa Limpia entablara con la empresa Tommy Hilfiger -en febrero de 2008-, para que esta compañía decidiera adoptar medidas eficaces que terminaran con las graves violaciones de los derechos laborales de su proveedor.
El otro principal comprador extranjero de PT Mulia Knitting Factory, Polo Ralph Lauren, se ha negado sistemáticamente a cualquier comunicación sobre las violaciones de los derechos laborales, en consonancia con sus prácticas conservadoras sobre responsabilidad social corporativa. A pesar de que Polo Ralph Lauren promueve actividades benéficas y programas filantrópicos, se niega a salvaguardar los derechos laborales fundamentales en sus operaciones diarias.
Debido al largo y lento proceso que ha tenido este caso, 14 ex empleados de PT Mulia Knitting Factory e integrantes del sindicato se vieron obligados, por dificultades económicas, a abandonar su lucha y a optar por un acuerdo económico con la fábrica. Lamentablemente, ninguno de los miembros del sindicato despedidos irregularmente ha sido readmitido en sus puestos de trabajo previos.
El nuevo acuerdo no cubre todas las preocupaciones que el sindicato había planteado originalmente, como la baja por embarazo de las trabajadoras, la falta de transporte seguro para las trabajadoras después de los turnos de noche, el incumplimiento de las leyes en materia de salud y pensión, la inadecuación de los equipos de seguridad y el mantenimiento de contratos precarios.
Sin embargo, ahora con el establecimiento del sindicato en la fábrica, hay grandes esperanzas de que estas cuestiones se resuelvan mediante el diálogo social entre el sindicato y dirección de la fábrica.