Hace aproximadamente 1 año, 26 trabajadores de la fábrica PT Mulia Knitting Factory en Yakarta (Indonesia) formaron un sindicato para poner fin a las violaciones de los derechos laborales por parte de la dirección de la fábrica.
En cuanto los y las líderes sindicales anunciaron a la dirección de la fábrica la formación del sindicato SBGTS, el presidente del recién creado sindicato fue sancionado y se despidió a 3 sindicalistas más. Además, la dirección de la fábrica convocó a otros 15 sindicalistas y les «invitó» a abandonar el sindicato o serían trasladados a otra fábrica, PT Spindo Mills, 60 kilómetros más lejos. A pesar de que los trabajadores no faltaron a su trabajo yendo a PT Mulia Knitting Factory todas las mañanas, fueron despedidos por no presentarse en PT Spindo Mills.
Desde entonces, el sindicato ha estado luchando por la readmisión de los despedidos y ha presentado demandas en el Ministerio de Trabajo y la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Indonesia (Komnas HAM) para defender el derecho fundamental de Libertad de Asociación.
El 7 de Abril de este año, tras reunirse con el sindicato y con la gerencia de la fábrica, la Comisión de Derechos Humanos de Indonesia concluyó que los derechos de 19 trabajadores del sindicato SBGTS despedidos habían sido violados. Sin embargo, cuando el sindicato solicitó al Departamento de Trabajo local dar seguimiento a este dictamen, las autoridades locales (manifiestamente corruptas) hicieron caso omiso a la recomendación de la Comisión y dictaminaron a favor de la empresa.
Tras la decisión del Departamento de Trabajo local, la situación está en un punto muerto. La empresa rechaza reunirse con el sindicato y ha encargado a sus abogados que se ocupen de gestionar las indemnizaciones de los 19 trabajadores despedidos.
Ya las empresas Clientes: Tommy Hilfiger, Polo Ralph Lauren y Phillips Van Heusen ¿Qué hacen?
La Campaña Ropa Limpia (CRL) se ha puesto en contacto con las empresas clientes de la fábrica para solicitar su intervención en defensa de la Libertad de Asociación. Sólo una de las empresas clientes, Phillips Van Heusen, ha presionado para la readmisión de los 19 trabajadores y ha intentado coordinarse con las otras empresas que se abastecían en dicha fábrica: Tommy Hilfiger y Polo Ralph Lauren. Estas dos últimas empresas siguen haciendo oídos sordos. Mientras, las y los trabajadores tienen cada vez más problemas para dar de comer a sus familias. Polo Ralph Lauren no ha respondido hasta el momento a la CRL. Tommy Hilfiger informó a la CRL de que realizaron una auditoría en 2008 pero rehúsan ponerse en contacto con el sindicato formado por los trabajadores y, en su lugar, consultan con el sindicato amarillo de la empresa, el SPSI. Hasta ahora, Tommy Hilfiger no ha tomado medidas para tratar de solucionar este caso.
Este no es un caso aislado. Una y otra vez, los casos de violaciones de los derechos laborales que nos llegan de Indonesia revelan el abuso que allí se hace de los contratos temporales (de muy corta duración) y la sistemática violación de los derechos de los trabajadores a la libertad de asociación, su derecho a organizarse y negociar colectivamente.
Vulneraciones de derechos en PT Mulia Knitting Factory
La fábrica se había negado en repetidas ocasiones a pagar a las trabajadoras sus legítimas bajas por maternidad o por razones médicas. Tampoco les proporcionaba el debido transporte al terminar los turnos de noche, no les pagaba las correspondientes prestaciones médicas ni sociales (pensiones por jubilación), ni ponía a su disposición el debido material de seguridad. Además, se abusaba de la contratación temporal para mantener a los y las trabajadoras en una situación muy precaria.