Emine Arslan trabajó en el departamento de control de la fábrica DESA Sefakoy durante 8 años. Reconocida como una empleada muy trabajadora, miembro experimentado del personal, es muy popular entre los y las trabajadoras. Emine decidió reunirse con el sindicato Deri Is porque estaba descontenta con algunas de las cosas que ocurrían en la fábrica, en particular con las excesivas y obligatorias horas extraordinarias. Comenzó a hablar con sus compañeras y compañeros de trabajo sobre el sindicato y también empezó a registrar a nuevos miembros. En sus 8 años de trabajo en la fábrica, Emine ha desarrollado una reputación de trabajadora diligente y buena en su trabajo. Sin embargo, poco tiempo después de que comenzase su labor sindical, recibió tres advertencias el mismo día y fue despedida.
El día después de su despido Emine y un representante sindical fueron a la fábrica DESA y solicitaron reunirse con la dirección. La dirección de la fábrica rechazó reunirse con los sindicalistas y le dijeron que volviese ella sola si quería hablar. Emine rechazó hablar con la dirección sin haber un representante sindical presente. Desde entonces ha estado manifestándose regularmente, con representantes sindicales y sus hijos, fuera de la fábrica. Estas manifestaciones han significado que Emine ha seguido sufriendo acoso e intimidación por parte de la fábrica y de la policía.
Emine ha informado acerca de varios incidentes de acoso e intimidación e incluso un intento de soborno por parte de la dirección de la fábrica. El 5 de Julio, dos días después de que fuese despedida, le ofrecieron 8.000 YTL por abandonar la fábrica y dejar de manifestarse fuera de las instalaciones de DESA. El viernes 24 de Octubre, a Emine se le acercó una vez más un representante de la empresa. Esta vez le ofrecieron 30.000 YTL (15.000 €) para terminar con su resistencia, abandonar el caso interpuesto en Julio en los tribunales contra DESA, y, firmar un papel declarando que no fue despedida por su actividad sindical y que fue manipulada por el sindicato.
Cuando el soborno no surtió el efecto deseado por la dirección, se le recordó que algo podría ocurrirle a su joven familia. El domingo por la tarde, un hombre intentó secuestrar a su hija de 11 años mientras caminaba por el vecindario. Por suerte escapó y se denunciaron los hechos a la policía.
Como las manifestaciones continuaban en la fábrica, la dirección de DESA llamó a la policía para impedir la distribución de folletos tanto en las puertas de la fábrica como en la mezquita local donde los trabajadores rezan cada viernes. El 19 de Julio, la dirección de DESA se quejó de que los trabajadores estaban gritando consignas e intimidando a los trabajadores de la fábrica. Emine fue detenida y multada con 62 (YTL) por ocupar la acera (pese a que el frente de la fábrica no es un camino público). A los trabajadores y trabajadoras de DESA se les pidió que utilizaran el servicio de autobús para ir a rezar a una mezquita alternativa, los autobuses fueron introducidos en el interior de la fábrica y fueron escoltados por la policía hasta que se alejaron de la fábrica.