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La acción consistió en «empapelar» la masa de coches de clientes/as aparcados en los párkings del Carrefour y del Lidl de la periferia de Manresa. En el parabrisas de cada coche se colocó un folleto de contrapublicidad (que imita a los folletos promocionales de verdad) de las marcas caricaturizadas como «Correfour» y «Pidl», donde se ironiza sobre las condiciones laborales deplorables que han permitido unos precios ridículos en las grandes superficies.
La reflexión se dio en el taller realizado por el responsable del informe «Pasen por caja», Albert Sales, en el local de la cooperativa «el Almaixerà». En este espacio se trataron las causas de la explotación laboral, el modelo de negocio de las grandes cadenas de distribución y las acciones que se pueden llevar a cabo para luchar contra las prácticas de estas grandes empresas.Informe «Pasen por caja»