Hace diez años, las empresas de la confección, obligadas a actuar por el derrumbe de la fábrica de Rana Plaza, firmaron finalmente un acuerdo vinculante con federaciones sindicales locales y mundiales y organizaciones de la sociedad civil como testigos para proteger a las personas que trabajan en la industria de la confección de Bangladesh. Ahora, la tercera iteración del programa cuenta con el apoyo de casi 200 marcas y la labor de salvar vidas se está extendiendo a Pakistán. Sin embargo, sigue habiendo marcas que no apoyan la seguridad en las fábricas con la mejor norma de la industria, de eficacia probada.
Por ello, el Acuerdo Internacional sobre Seguridad y Salud en la Industria Textil y de la Confección, que expira en octubre de 2023, debe ser sucedido por un nuevo acuerdo negociado, de al menos 10 años de duración, que salvaguarde todos los elementos que permitieron su éxito: exigibilidad jurídica internacional para las marcas, total transparencia de los avances en la remediación de las fábricas, reparto equitativo del poder entre empresas y sindicatos en todas las estructuras de gobierno y testigos de la sociedad civil. Es fundamental que se refuerce la obligación de las marcas de ropa y textil de garantizar que las fábricas pueden llevar a cabo las medidas de reparación desde el punto de vista financiero, y que se aumente la velocidad de expansión a otros países. Esperamos que todas las marcas firmantes actuales se comprometan con este nuevo acuerdo.
Una década después, siguen sin firmar
Con motivo del décimo aniversario del derrumbe del Rana Plaza, el mes pasado, la Campaña Ropa Limpia se asoció con Remake y la plataforma de peticiones Eko para instar a una decena de marcas a firmar el Acuerdo. Esta petición, dirigida a Levi’s, IKEA, Decathlon, Amazon y otras marcas que no se han adherido al Acuerdo, ha sido firmada por más de 63.000 personas, cifra que aumenta cada día.
Estas marcas irresponsables se niegan rotundamente a dar prioridad a la seguridad de las personas que trabajan en toda su cadena de suministro y, en su lugar, siguen recurriendo a auditorías dirigidas por empresas que no solo no evitaron el derrumbe del Rana Plaza, sino tampoco las decenas de muertes masivas que se produjeron en Bangladesh antes de 2013. Este grupo de marcas incluye incluso a aquellas cuyas etiquetas se encontraron entre los escombros del Rana Plaza: JC Penney, Walmart, The Children’s Place y la cadena de supermercados francesa Auchan, que firmó los dos primeros acuerdos del Acuerdo pero optó por no garantizar una cadena de suministro segura en 2021. El mes pasado se encontraron las etiquetas de Auchan en una fábrica incendiada y derrumbada en Pakistán, junto con las de Hampton by Hilton y Dunnes Homes.
Este trágico incidente en el que murieron cuatro personas ilustra la urgencia de garantizar la rápida aplicación del programa del Acuerdo en Pakistán, tras la decisión de ampliación adoptada en diciembre de 2022. Las marcas internacionales signatarias del Acuerdo deben firmar por separado el Acuerdo de Pakistán para que sus fábricas proveedoras en Pakistán se acojan al programa, lo que ya han hecho 55 marcas líderes. Entre ellas se encuentran las españolas Inditex, El Corte Inglés y Mango (esta última lo hizo a primeros de mayo de 2023). Pero algunas marcas que se han comprometido a hacer que las fábricas sean seguras en Bangladesh están dejando las fábricas de Pakistán al margen. Boohoo, Very Group, Lidl, Missguided, Esprit, Kid ASA, Matalan, Target Australia, Fruit of the Loom y New Look tienen numerosos proveedores en Pakistán, pero aún no han firmado el Acuerdo de Pakistán.
Todas las empresas que se abastecen en Bangladesh y Pakistán y que todavía no se hayan adherido al Acuerdo Internacional ni al Acuerdo de Pakistán para la salud y la seguridad en la industria de la confección y el textil, deben hacerlo a la mayor celeridad posible si realmente se preocupan por las condiciones laborales en las que se confeccionan sus prendas.
El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Confección de Bangladesh, Amin Amirul Haque que denunciado que todavía muchas marcas que se abastecen en Bangladesh no han firmado el Acuerdo Internacional. “Como activista de las personas que trabajan en la industria de la confección de Bangladesh o del Sur global, insto a todas las marcas a que firmen el Acuerdo Internacional para que en Bangladesh y otros países productores toda la cadena de suministro sea segura para los trabajadores.», ha señalado al respecto.
Por su parte, Zehra Khan, secretaria general de la Federación de Trabajadoras a Domicilio se ha mostrado optimista de que el Acuerdo se haya extendido a Pakistán, pero ha alertado de que éste sólo puede ser eficaz si todas las grandes marcas que se abastecen en Pakistán se unen al programa. “Por eso instamos a todas las marcas de ropa y textil a que se preocupen por la seguridad y la salud de los trabajadores que confeccionan sus prendas en Pakistán y firmen el Acuerdo de Pakistán», ha pedido.