Información y fotografía: Página 12
En Bangkok y en Buenos Aires transcurren dos historias paralelas. En la capital tailandesa, trabajadores de una empresa textil se organizaron para recuperar la empresa en la que trabajaban, tras su cierre, y constituyeron una cooperativa de costureros. En la capital argentina, inmigrantes que eran explotados en talleres de costura clandestinos se asociaron y crearon su propios productos. Ambos emprendimientos –a diferencia de otras líneas que corren en igual sentido– se cruzaron para elaborar una propuesta común: la creación de una marca global de prendas de vestir que simbolice la lucha contra el trabajo esclavo, tanto en el sudeste asiático como en Sudamérica. La marca se llama no-chains –en inglés, sin cadenas– y será lanzada al mercado en forma simultánea el 4 de junio próximo. La primera producción será de remeras, estampadas con motivos que fueron el resultado de un concurso internacional de diseño organizado por el emprendimiento conjunto de ambas cooperativas.
La inédita alianza entre dos grupos de trabajadores con idiomas, costumbres y creencias distintos pero con un mismo objetivo comenzó a gestarse hace poco más de un año, durante un encuentro entre organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos del sudeste asiático, al que fueron invitados representantes de la cooperativa argentina.
Las protagonistas de la historia son la cooperativa Dignity Returns (la dignidad regresa), fundada en Bangkok a raíz del cierre de una fábrica de indumentaria en 2003, y la cooperativa 20 de Diciembre-La Alameda, surgida en Buenos Aires a partir de la crisis de 2001. Las dos organizaciones confluyeron, hace un año, en un encuentro convocado por el Centro de Monitoreo de Recursos Laborales, una ONG con sede en Hong Kong que nuclea a organizaciones de 17 países del sudeste asiático y que promueve lo que en esa región se entiende como “trabajo decente”.
“El diciembre de 2008 conocimos a la gente de La Alameda en un encuentro en Lima, Perú, y pensamos que sería muy importante el aporte de su experiencia en el encuentro que teníamos previsto para marzo de 2009 en Bangkok. Allí fue donde se conocieron con la gente de Dignity Returns y se pusieron de acuerdo para lanzar una marca global”, dice Doris Lee, coordinadora de programas de poblaciones del Centro de Monitoreo.
Con el acuerdo, las dos organizaciones dieron el primer paso para crear una “red global de trabajadores costureros”. “El objetivo, más que obtener una ganancia, es que se globalice la lucha contra el trabajo esclavo, crear conciencia entre los consumidores y los trabajadores”, dijo a este diario Gustavo Vera, presidente de la cooperativa La Alameda y uno de los promotores de la marca global.
El lanzamiento de la marca global está previsto para el 4 de junio, en forma simultánea, a las 11 de la mañana en el local de La Alameda, en Buenos Aires, a las 21 en la sede de Dignity Returns, en Bangkok. La idea es que los dos actos estén comunicados entre sí mediante una videoconferencia.
A partir de ese día estará en venta la primera serie de remeras de no-chains, la nueva marca, en locales de comercio justo de distintas ciudades del mundo.
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tttLink a la nota original:http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/sociedad/3-143219-2010-04-04.html tt