La ETI, es una alianza de empresas, sindicatos y ONG , cuya objetivo principal es promocionar y mejorar la implantación de los códigos de conducta así velando las condiciones de trabajo de las fábricas proveedoras para las grandes marcas. Empresas como Adolfo Domínguez, Inditex y Gap son miembros.
La ETI ha decidido suspender desde el pasado mes de diciembre a la empresa Levi Strauss como miembro de su organización por un periodo de un año como una medida disciplinaria ante el rechazo de la empresa a incorporar uno de los criterios del código de conducta base de la ETI, “un salario digno” (“Living Wage”).
Uno de los compromisos que adquieren los socios al incorporarse a ETI es adoptar las disposiciones del Código de Conducta base en su totalidad. Las empresas miembros no pueden escoger qué elementos desean implementar en sus empresas.
Después de dos años de negociación, donde Levi Strauss sí ha avanzado en otros puntos de su código de conducta, ha rechazado incluir este punto concreto lo que provocado dicha decisión.
El salario digno (Living wage) está recogido en la sección 5.1 del Código Base de ETI y dice “en cualquier situación los salarios siempre deben ser suficientes para cubrir las necesidades y proporcionar algún ingreso adicional”.
El motivo de incluir este criterio y no otro es porque los salarios de los trabajadores en las cadenas de producción que suministran a las grandes empresas suelen ser insuficientes para cubrir las necesidades básicas de las familias, incluso cuando se cumple con el mínimo legal. ETI considera fundamental que sus miembros se comprometan con este criterio como un primer paso que tienen que incorporar sus proveedores.
Sin embargo, Levi Strauss en su Acuerdo de Compromiso lo que requiere a sus fábricas proveedoras es pagar los salarios estipulados por ley o los de la industria, que suelen algo más altos.
Su posicionamiento a negarse a incluir el criterio marcado por ETI es porque la empresa no cree que se pueda aplicar a sus fábricas proveedoras.
Aunque todas las empresas se enfrentan a la misma dificultad de definir “necesidades básicas” y aplicarlo a los diferentes contextos, esto no ha impedido a las demás empresas adoptar este criterio en su Código de Conducta.