El pasado jueves la policía local encontró su cuerpo en las afueras de la capital. De acuerdo con el informe policial, el cuerpo de Aminul Islam mostraba signos evidentes de haber sido torturado salvajemente. Todo apunta a que Aminul fue asesinado por su defensa implacable de los derechos laborales de los/as trabajadores/as en Bangladesh.
Aminul Islam trabajaba para el Bangladesh Workers Solidarity Center (Centro de Solidaridad para los Trabajadores, BCWS por sus siglas en inglés) y para el Bangladesh Garment and Industrial Workers Federation (BGIWF, Federación de Trabajadores de la Confección e Industria de Bangladesh). Fue visto por última vez la tarde del miércoles 4 de abril, cuando dejó las oficinas del BCWS para acudir a una cita con un trabajador que había solicitado asistencia. Esa misma tarde, Aminul y un compañero de trabajo habían observado que una furgoneta de la policía estaba estacionada cerca de las oficinas y temiéndose que fuese a ser arrestado o que fuesen a arrasar con la oficina (como ya ocurriera un par de años antes), decidieron cerrarla. La familia y las amistades de Aminul lo buscaron hasta el sábado pasado, cuando su mujer reconoció una fotografía de su cuerpo publicada en un periódico local.
La represión contra los sindicalistas y activistas de derechos laborales en Bangladesh es extremadamente grave e intensa. En los últimos años las protestas de los/as trabajadores/as son frecuentemente sofocadas violentamente por parte de las fuerzas de seguridad. En particular, las protestas salariales de 2010 culminaron con la detención arbitraria de cientos de trabajadores/as y sindicalistas, entre ellos Aminul Islam acusados de «incitar la revuelta». En junio de 2010 Aminul había sido detenido por funcionarios del Servicio de Inteligencia Nacional (SNI) y ya entonces sufrió palizas cuando estaba bajo custodia policial. Los agentes le dijeron que sólo se detendrían si firmaba una carta que inculpaba a sus compañeros de BCWS. Todavía hoy decenas de dirigentes sindicales se enfrentan a cargos por instigar los disturbios y la revuelta de los/as trabajadores/as.
Desde la Campaña Ropa Limpia y otras organizaciones de defensa de los derechos humanos consideramos que estos cargos son totalmente infundados y que las razones de las protestas hay que buscarlas en la situación de pobreza extrema, inseguridad y explotación que sufren los trabajadores en las fábricas de Bangladesh cuyos principales clientes son las marcas internacionales que se venden en los mercados europeo y norteamericano.
La red internacional Clean Clothes Campaign (CCC) está demandando a las autoridades de Bangladesh que lleven a cabo de forma inmediata una investigación imparcial sobre el asesinato de Aminul Islam y que los culpables sean juzgados. Desde la CCC también estamos pidiendo el apoyo de las delegaciones diplomáticas de la UE en Bangladesh, de otras organizaciones pro-derechos humanos y activistas de todo el mundo para presionar a las autoridades de Bangladesh y terminar con la cultura de impunidad que ha llevado a la trágica muerte de Aminul Islam.
Nuestras más sentidas condolencias a la familia y los amigos de Aminul en este momento.
Más información:
Artículo de la Campaña Ropa Limpia sobre el asesinato de Aminul Islam
Reportaje «Nightline» de la ABC sobre Tommy Hilfiger
Web del Worker Rights Consortium
Seguiremos facilitando novedades sobre este caso a través de nuestra web, facebook y twitter.