Hoy se cumple el segundo aniversario del fatal incendio en Ali Enterprises, fábrica de ropa en Karachi, Pakistán, donde murieron al menos a 254 personas trabajadoras de la confección e hirió a 55. Dos años después, los familiares de las víctimas y las supervivientes siguen esperando la compensación.
Apenas unas semanas antes de que el fuego, la fábrica fue auditada en nombre de la firma de auditoría social italiana RINA para SAI (Social Accountability International) y lo pasó sin problemas a pesar de que no tenía salidas de emergencia, de tener ventanas enrejadas que no fueron registradas y había un entresuelo de construcción ilegal.
Las personas supervivientes y las familias de las víctimas familias de esta tragedia en Pakistán comparten el dolor y las demandas con las familias de las más de las 1.300 trabajadoras y trabajadores de la confección que han sido asesinadas en sus lugares de trabajo inseguros en Asia desde el incendio de Ali Enterprises, y las miles supervivientes cuyas vidas han cambiado para siempre.
La marca textil alemana KiK vendía ropa producida en cada una de las tres fábricas más mortales de los últimos años – Ali Enterprises, Tazreen Fashions y Rana Plaza – y, sin embargo hasta la fecha no ha logrado proporcionar una compensación completa y justa para todas las víctimas.
En diciembre de 2012 KIK, la única marca compradora conocida de Ali Enterprises, firmó un memorando de entendimiento con el Instituto Pakistaní de Educación e Investigación Laboral (Pakistan Institute of Labour Education and Research – PILER) comprometiendose con un monto inicial de 1 millón de dolares como ayuda urgente y, posteriormente, con la intención de ponerse de acuerdo en las negociaciones en torno a la cantidad necesaria de compensación. Sin embargo, la negociación se está retrasando por KiK, quien recientemente se retiró en el último minuto de las negociaciones que se iban a realizar en julio y sigue sin pagar la compensación dos años más tarde.
KIK ha comprometido 1 millón de $ para el Fondo Fiduciario de Rana Plaza, sólo una quinta parte de lo que estima Campaña Ropa Limpia, en función de su volumen de negocios anual. Tampoco han contribuido en las indemnizaciones para las víctimas de Tazreen Fashions.
«La compensación es un derecho. Es una vergüenza que tantos trabajadores y trabajadoras, y sus familias sigan esperando los pagos, a pesar de que el dinero nunca reemplazará a un ser querido, ni hará desparecer el horror sufrido, debe en cierta medida ayudar a las personas a reconstruir sus vidas destrozadas». Ha comentado, Ineke Zeldenrust, de la Campaña Ropa Limpia. «La negativa de KIK a aceptar su responsabilidad por los pagos prolonga el sufrimiento de estas personas».
Las tragedias en la industria de la confección de los dos últimos años han puesto de relieve la urgente necesidad de un sistema de compensación duradero y sostenible para los accidentes de trabajo bajo las normas de la OIT y en conformidad con el marco de los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos. El marco establece claramente que «cuando hay una incapacidad de proteger y respetar los derechos humanos en el lugar de trabajo, los gobiernos y las empresas deben garantizar recursos efectivos, incluidos los pagos compensatorios adecuados.»
«No es caridad si no un derecho la compensación completa y justa que exigen las personas supervivientes de estas tragedias», ha dicho Karamat Ali, Director Ejecutivo de PILER.
Personas trabajadoras y activistas en todo el mundo realizarán vigilias con velas para conmemorar a aquellas personas que murieron en el incendio de Ali Enterprises, la Campaña Ropa Limpia vuelve a hacer una llamada a KiK para reanudar las negociaciones sobre la base del acuerdo legalmente vinculante con PILER, y pagar, asegurando que todas las familias de las víctimas y supervivientes reciban la indemnización que se les debe antes de que pase otro año.