El informe retrata la situación de las miles de personas que en India trabajan fuera de las fábricas, desde sus casas, cosiendo zapatos. Se trata de mujeres que están atadas a la casa por las responsabilidades domésticas que les son atribuidas socialmente en India, pero que también necesitan ganarse la vida por sí mismas y para su familia.
Sus condiciones de trabajo son todavía más duras que en las fábricas, ya que, sin contrato, no tienen ninguna seguridad de poder trabajar, los precios a destajo son más bajos que en las fábricas y no tienen cobertura social ni sanitaria de ningún tipo.