“Yo hice la prenda que estás a punto de comprar pero no me pagaron por ello”, este es el mensaje de SOS que los clientes de Zara en Estambul encontraban en las prendas de las tiendas a principios de noviembre y que llenó las páginas de algunos periódicos.
Fue una más de las acciones de protesta de las trabajadoras turcas de Zara, Mango y Next que desde hace más de un año reclaman el pago de sus salarios. Se vieron en la calle de un día para otro, cuando el dueño de la fábrica Bravo Tekstil cerró sin previo aviso, dejando sin pagar salarios e indemnizaciones. Desde entonces, Julio de 2016, han intentado infructuosamente negociar con las tres marcas para que les paguen por el trabajo realizado y no cobrado.
Zara, Mango y Next, siguen resistiéndose a asumir su responsabilidad hacia las personas que durante años contribuyeron a hacer crecer sus beneficios. La oferta trasladada por las marcas hasta el momento únicamente aportaría una cuarta parte de la cantidad debida a las trabajadoras.
“(…) las marcas aceptaron su responsabilidad, pero pensaron que no merecemos más que una pizca. Todos hemos trabajado para Zara / Inditex, Next y Mango durante años. Hicimos los productos de estas marcas con nuestras propias manos, proporcionándoles enormes ganancias. Exigimos ahora que estas marcas nos muestren el mínimo respeto y nos compensen por nuestro trabajo. ¡No exigimos más que nuestros derechos básicos! ¡Llamamos a la comunidad internacional a apoyar nuestra lucha, firmar y compartir para apoyar nuestra campaña!”
Ante la insuficiente oferta económica planteada por las marcas, los y las trabajadoras de Bravo también lanzaron una campaña online dirigida a Zara, Mango y Next que ha superado ya las 300.000 firmas. ¡Firma tú también!
Su ejemplo de lucha se ha extendido por todo el mundo. Activistas de Alemania, España, Holanda, Reino Unido, Suiza, Indonesia o Los Ángeles han salido a la calle y han enviado mensajes a través de las redes sociales (#EndWageTheft) para unirse y amplificar las reivindicaciones de las trabajadoras que reclaman sus salarios e indemnizaciones impagadas. Los cierres repentinos de fábricas y el abandono a su suerte de las trabajadoras es un fenómeno cada vez más frecuente en la industria de ropa.
Además del caso Bravo en Turquía, la Campaña Ropa Limpia denuncia las actuaciones de Uniqlo (fábrica Jaba Garmindo en Indonesia), Adidas y Mizuno (fábrica PT PDK, Indonesia), Marks&Spencer, Bonmarché y Nygard (fábrica Chung Fai en Camboya) en relación a su falta de compromiso y respeto hacia las trabajadoras que durante años fabricaron sus prendas y que se han visto en la calle tras el cierre de las fábricas de la noche a la mañana. Sin trabajo y teniendo que pelear por meses de salarios impagados pese a los beneficios enormes de estas grandes empresas.
Las relaciones precarias, inseguras y volátiles entre las marcas globales y las fábricas donde se confecciona la ropa dejan a las trabajadoras completamente vulnerables frente a los abusos contra los derechos humanos. Este tipo de relación se mantiene a través de contratos, que a menudo se renuevan una y otra vez dando a las marcas el máximo poder para negociar las mejores ofertas con las fábricas y la posibilidad de cancelar pedidos en cualquier momento, sin tener en cuenta ni por un momento el impacto que esto tiene en las trabajadoras. Es la carrera a la baja en materia de derechos laborales. Las marcas subcontratan la producción deshaciéndose de la responsabilidad hacia las personas que realmente confeccionan sus prendas. Cuando se producen violaciones a los derechos laborales, aluden a la ausencia de responsabilidad legal mientras sacan el mejor partido a un modelo insostenible, injusto y explotador.
A nivel legislativo se están dando pasos importantes, aunque queda mucho por hacer, para establecer una legislación para las obligaciones de diligencia debida vinculantes que proteja a las trabajadoras de las cadenas globales de ropa de estos y otros abusos a los derechos humanos.
¿Qué puedes hacer tú?
Si tienes 5 segundos, firma el llamamiento online change.org en apoyo a las y los trabajadores de Bravo: justiciatrabajadoresbravo
Si tienes más tiempo y ganas, puedes solidarizarte con las trabajadoras de Bravo dejando una “etiqueta protesta” en su nombre en prendas de las tiendas de Inditex y Mango para que les llegue el mensaje más fuerte.
Haz una foto y compártela en #endwagetheft.