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Miles de firmas entregadas a grandes empresas de calzado europeas exigen transparencia y respeto a los derechos humanos

Miles de firmas entregadas a grandes empresas de calzado europeas exigen transparencia y respeto a los derechos humanos

La petición de Cambia Tus Zapatos cerró con 13.606 firmas de personas que demandan a las marcas saber quién hace nuestros zapatos. Las firmas han sido entregadas a 26 empresas en toda Europa en nombre de los miles de ciudadanos y ciudadanas que exigen que sus zapatos estén hechos en condiciones de trabajo dignas y seguras.

Justice For Bravo Workers: Zara, Mango y Next ¡Pagad lo que debéis!

Justice For Bravo Workers: Zara, Mango y Next ¡Pagad lo que debéis!

En julio de 2016 Bravo Tekstil (Estambul, Turquía) cerró sin previo aviso, dejando a 140 trabajadoras y trabajadores sin trabajo, y sin pagarles salarios atrasados e indemnizaciones. Bravo estaba produciendo para los gigantes Zara, Mango y Next. Apoya las reivindicaciones de las personas trabajadoras y exige a las marcas que asuman su responsabilidad y paguen.

Shahabuddin – Bangladesh

Shahabuddin – Bangladesh

«Mi familia vive en el pueblo. He estado trabajando aquí durante 12 años. Una vez mi esposa vino a ver dónde trabajo. Desde ese día llora cada vez que voy a visitarlos.»

Nhean Sarun – Camboya

Nhean Sarun – Camboya

«No tengo dinero porque mi madre está enferma y todo lo que tengo se lo mando cada mes. Me gustaría tener mi propio negocio, una pequeña tienda, pero no tengo dinero para ponerlo en marcha. Me he acostumbrado a este trabajo, pero estoy muy cansada y me gustaría volver a mi casa. De todos modos, si vuelvo no tendré nada»

Zahidul Islam – Bangladesh

Zahidul Islam – Bangladesh

«Cuando termino mi trabajo, guardo todos estos materiales a un lado y duermo aquí. Me levanto de madrugada para comenzar a trabajar. Mi familia vive en el pueblo y tengo un hijo de cuatro años.
Vivimos cinco zapateros juntos en esta habitación. No hay camas, solo nuestras almohadas. Pero esto es más barato que alquilar una habitación.»

Sharmin – Bangladesh

Sharmin – Bangladesh

«Durante el embarazo tuve muchos problemas. Trabajar en una curtiduría es peligroso para una mujer embarazada. Mi médico me pidió que me tomara un descanso, ya que temía que desarrollara una enfermedad que podía dañar a los bebés. Por eso dejé de trabajar.
Ahora mi marido mantiene a la familia. Con sus escasos ingresos no es posible cubrir los gastos de la casa, así que he decidido empezar a trabajar de nuevo a partir del mes que viene.»

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